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martes, 16 de septiembre de 2025

El Sutra del loto: de la verdadera doctrina Saddharmapundarikasutra

Introducción

El Sūtra del Loto de la verdadera doctrina, Saddhamiapuṇḍarīkasūtra en sánscrito, es uno de los textos más importantes no sólo del Budismo Mahāyāna, sino del Budismo y de la cultura de la India en general, que por su difusión en toda el Asia, la profunda influencia que ha ejercido y ejerce en diversas culturas y su mensaje generoso y universalista puede ser considerado como una obra perteneciente al acervo cultural de la humanidad.

Antes de ocuparnos del mensaje del Sūtra del Loto, hemos creído conveniente dar alguna información sobre el texto en sí.

Lugar de origen, fecha, forma de composición

Con toda probabilidad el Sūtra del Loto fue compuesto en la región de Gandhára, en el noroeste de la India.

Como lo ocurrido con tantas otras obras importantes de la India, se debe pensar que a un texto inicial se fueron agregando otros hasta constituir el actual texto del Sūtra del Loto. Se considera que entre los años 50 y 150 d.C. el Sūtra del Loto adquirió la forma en que hoy lo conocemos. Pero es necesario tener siempre en mente que el Sūtra del Loto presenta la Gran Asamblea, que describe en el primer capítulo, y las exposiciones, que en ella hace Buda' como habiendo tenido lugar en vida de Buda, unos años antes de su ingreso en el Parīnirvāṇa (que tradicionalmente ha sido ubicado en el año 486 a.C.).1

El Sūtra del Loto es una obra anónima. No se sabe quién fue su autor o, mejor aún, quiénes fueron sus autores, pues (teniendo en cuenta su forma de composición) lo más verosímil es que varios autores colaboraron en la creación de la obra.

El Sūtra del Loto está escrito en el llamado Sánscrito Budista Híbrido. Esta lengua se caracteriza por comportar formas propias del Sánscrito Clásico y también formas de los idiomas prácritos (o coloquiales) de la India de la época en que el Sūtra fue compuesto.2 El Sūtra del Loto está escrito parte en prosa y parte en verso. Las partes en verso son por lo general una reiteración de los temas expuestos en las partes en prosa. Las partes en verso utilizan un mayor número de formas prácritas (o coloquiales) que las partes en prosa. El texto sánscrito del Sūtra del Loto está dividido en 27 capítulos. La traducción tibetana contiene igualmente 27 capítulos, pero las traducciones chinas de Dharmarakshay de Kumārajīva constan de 28 capítulos debido probablemente a que el Capítulo XI del texto original sánscrito fue dividido en dos partes, agregándose así un capítulo más a las traducciones chinas.

El texto sánscrito del Sūtra del Loto(3)

Se han encontrado manuscritos del Sūtra del Loto en zonas sumamente alejadas unas de otras.

Empecemos mencionando los manuscritos provenientes de Nepal, el reino hindú ubicado en el Himalaya, en la frontera norte de la India, y de Gilgit, localidad situada en el actual Pakistán, al norte de Rawalpindi. Los manuscritos de Nepal y Gilgit presentan pocas divergencias entre sí y es posible considerarlos como los representantes de una misma tradición textual.

Se han encontrado en diversas localidades del Asia Central numerosos manuscritos del Sūtra del Loto, que desgraciadamente nos han llegado en forma incompleta. Tenemos así manuscritos provenientes de Khādalik a unos 115 km al oeste de Khotán, importante centro cultural y comercial en la zona oeste de la cuenca del río Tarim; de Farhád Beg a unos 13 km al noroeste de Khādalik; de Turfán en la frontera con China, en la zona este de la cuenca del mencionado río Tarim. De todos los manuscritos encontrados en el Asia Central el más importante, por estar casi completo, es el llamado “Manuscrito de Petrovsky” o “Manuscrito de Kashgar”. N.F. Petrovsky fue cónsul de Rusia en Kashgar, importante centro cultural y comercial al noroeste de Khotán, y en 1903 adquirió dicho manuscrito. El “Manuscrito de Petrovsky” o “de Kashgar” presenta divergencias respecto de aquellos de Nepal y Gilgit y puede ser considerado como el representante de una tradición textual diferente de la de aquéllos. Su hallazgo, su estudio y su publicación han contribuido notablemente al conocimiento de la historia del Sūtra del Loto.4

La edición de Kern y Nanjio.

La edición de la Universidad Rissho.

Las ediciones de la Reiyukai

La primera edición crítica del texto sánscrito del Sūtra del Loto, en alfabeto devanāgarī, fue llevada a cabo por Johan Hendrik Caspar Kern, el gran budólogo holandés, y por Bunyiu Nanjio, otro gran budólogo, japonés. La edición de Kern-Nanjio fue publicada en San Petersburgo en 1908-1912 y reimpresa en Osnabrück en 1970. Kern y Nanjio utilizaron manuscritos provenientes de Nepal y asimismo el “Manuscrito de Kashgar”. Aunque la edición Kern-Nanjio ha sido criticada por sus fallas técnicas, hay que reconocer que es la única edición crítica que existe y la que hoy es generalmente utilizada para el estudio del texto sánscrito del Sūtra del Loto. U. Wogihara y C. Tsuchida publicaron en Tokio, The Seigo-Kenkyūkai, 1934, una edición romanizada y revisada de la edición de Kern-Nanjio (consultando también otro manuscrito sánscrito y las traducciones chinas y tibetana).

El Institutefor the Comprehensive Study of Lotus Sūtra de la Universidad Rissho en Tokio empezó en 1977 una edición monumental, que reproduce en edición facsimilar la mayor parte de los manuscritos encontrados en Nepal, Gilgit y Asia Central.

A su vez la Society for the Study of Saddharmapundafika manuscripts de Tokio empezó en 1986 otra edición monumental, que da la transcripción romanizada y los índices de cada uno de los volúmenes editados por el mencionado Instituto.

No podemos dejar de mencionar las magníficas ediciones realizadas por la Reiyukai, asociación budista laica del Japón. Tales son la edición facsimilar y la transcripción por Shoko Watanabe de los Manuscritos encontrados en Gilgit, Tokio, 1972; la edición igualmente facsimilar y en transcripción por Oskar von Hinüber de un nuevo manuscrito fragmentario encontrado en Gilgit, Tokio, 1982; y la edición facsimilar por Lokesh Chandra del “Manuscrito de Kashgar”, Tokio, 1977. Junto con estas ediciones debemos señalar que The International Institute for Buddhist Studies de Tokio, institución académica patrocinada por la Reiyukai ha publicado un Index to the Saddharmapṇḍarīkasūtra (1985-1993), bajo la dirección de Yasunori Fjima con un grupo de colaboradores. Este Index contiene las palabras sánscritas del Sūtra con sus correspondientes tibetanas y chinas, tal como aparecen en las antiguas traducciones del Sūtra a estos idiomas.

Comentarios sánscritos del Sūtra del Loto

Hubo en la India un gran número de comentarios del Sūtra del Loto. Según Paramártha (499-569 d.C.) habrían existido unos cincuenta comentarios del Sūtra?5 Desgraciadamente todos se han perdido con excepción del comentario atribuido a Vasubandhu, el gran pensador de la escuela filosófica idealista del Budismo, el cual ha sido conservado solamente en dos traducciones chinas (Taishō 1519 y 1520). Este comentario fue escrito entre los años 509 y 538.

Podríamos mencionar junto con el comentario de Vasubandhu, un tratado acerca de la meditación sobre el Sūtra del Loto. El original sánscrito de este tratado se ha perdido igualmente. Sólo se conserva en la traducción china debida a Amoghavajra, el gran propagador de las doctrinas tántricas o esotéricas en China (Taishō 1000). La traducción fue realizada entre los años 746 y 771.

Lo anterior nos indica cuán grande ha sido la pérdida de obras budistas sánscritas. Muchas de esas obras nos son conocidas hoy solamente por sus traducciones chinas y tibetanas. Esto constituye otra de las razones de la enorme importancia que tienen los Cánones Budistas Chino y Tibetano, en que esas traducciones han sido integradas, para el conocimiento del Budismo indio.

Traducciones del texto sánscrito

El texto sánscrito del Sūtra del Loto ha sido traducido a idiomas occidentales y al japonés, sin hablar de las antiguas traducciones chinas y tibetana a las cuales nos referiremos luego en forma especial.

La primera traducción a idioma occidental fue la realizada al francés por el gran budólogo Eugène Burnouf, publicada en París en 1852 y reimpresa en la misma ciudad en 1973 por la editorial Adrien Maisonneuve. Luego Johan Hendrik Caspar Kern, que ya hemos mencionado, publicó una traducción al inglés en Oxford, en 1884, que fue reimpresa en Delhi, en 1965 y en 1968 por la editorial Motilal Banarsidass. El Sūtra del Loto ha sido traducido varias veces del sánscrito al japonés por insignes sanscritistas japoneses. Mencionemos la traducción por Matsunami Seiren, Nagao Gadjin y Tanji Akiyoshi, publicada en Tokio, en la conocida colección Daijō Butten, y la de Sukamoto Yukio e Iwamoto Yutaka, publicada en la igualmente conocida colección Iwanami.

El Sūtra del Loto en China

Se puede admitir que el Budismo llegó a China entre la mitad del siglo I a.C., período de consolidación del poderío chino en el Asia Central, y la mitad del siglo i d.C., en que la existencia del Budismo es atestada por la primera vez en las fuentes contemporánas chinas.6 El Budismo llegó a China desde el Asia Central, donde había penetrado desde antes del inicio de la Era Cristiana.

Del Sūtra del Loto se hicieron 6 traducciones al chino, en los años 255, 286, 290, 335, 406 y 601 d.C., lo que da una idea de la aceptación de que gozó y de la difusión que tuvo. De estas traducciones sólo se han conservado las de los años 290, 406 y 601. La del año 601 (Taishō 264) es sólo una revisión de la del año 406, por lo que únicamente las traducciones de los años 290 y 406 presentan interés. La traducción del año 290 (Taishō 263) fue realizada por Dharmaraksha, que vivió entre el 223 y el 300 d.C. Dharmaraksha era un descendiente de iraníes que se habían establecido en la China Occidental varias generaciones antes. Probablemente Dharamaraksha hizo solo, sin ayuda, su traducción del Sūtra del Loto, pues conocía tanto el sánscrito budista como el chino. Su traducción no es fácil de leer y presenta un estilo arcaico. La traducción del año 406 (Taishō 262) se debe a Kumārajīva, que vivió entre los años 350-412/413 d.C. A la vida, plena y fecunda, de Kumārajīva nos referiremos luego con más detalle. La traducción de Kumārajīva eclipsó a las anteriores por su claridad y por la elegancia de su estilo, que hacen de ella una obra maestra entre las traducciones chinas de textos budistas sánscritos. El Sūtra del Loto fue conocido en gran parte del Asia —China, Corea, Japón— gracias a la traducción de Kumārajīva, lo que constituye uno de sus mayores títulos de gloria.

Kumarajiva

A manera de una digresión diremos algo acerca de la vida de Kumārajīva, pues su vida ilustra la naturaleza de los contactos entre el Budismo y China en los primeros siglos de nuestra era y lo que era la vida de un intelectual budista en ese entonces.7

La familia de Kumārajīva era originaria de la India. Era una familia ilustre que gozaba de gran prestigio. Su jefe ejercía por derecho hereditario las funciones de un ministro de estado. El padre de Kumārajīva renunció a ese derecho y se dedicó a la vida religiosa. Viajó hacia el Asia Central y llegó a Kutcha, en la zona central de la cuenca del río Tarim. El rey de Kutcha lo recibió con todos los honores. La hermana del rey, de 20 años de edad, pedida en matrimonio por muchos reyes de los alrededores, se enamoró del padre de Kumārajīva y decidió casarse con él. Lo obligaron a ello. Ella concibió un hijo. Signos maravillosos manifestaron la grandeza del niño que nacería. Es así que, mientras hacía un retiro en un monasterio famoso, la futura madre bruscamente empezó a comprender el sánscrito, la lengua de los textos sagrados de la India. Un hombre santo le predijo a la madre que el niño que ella iba a dar a luz sería una reencarnación de Shāriputra, uno de los grandes discípulos de Buda. El niño que nació, a quien se le dio el nombre de Kumārajīva, a la edad de siete años aprendió de memoria varios Sūtras y cada día podía recitar mil estrofas. A esa edad estudió el Abhidharma, los textos escolásticos del Canon Budista. A los nueve años empezó para Kumārajīva un período de viajes, estudio y enseñanza. En compañía de su madre viajó primeramente a Cachemira. Luego regresó al Asia Central. En su camino otro hombre santo le reveló un destino magnífico: si conservaba la castidad hasta los treinta años, salvaría a muchos hombres enseñándoles la Doctrina de Buda. En el Asia Central estuvo en Kashgar, Turfán, Kutcha. En todos los lugares mencionados estudiaba nuevos textos budistas con maestros célebres o monjes eruditos, difundía el conocimiento del Budismo leyendo y comentando textos y sostenía controversias doctrinarias. Estando en Kutcha, uno de los generales del Emperador de China atacó la ciudad de Kutcha y la conquistó. Kumārajīva fue tomado prisionero y conducido a China. Fue mantenido en la ciudad de Liang-chou por varios años, desempeñándose como consejero del general vencedor que se había establecido en esa ciudad. Después de algunas vicisitudes fue trasladado, en el año 401, a Ch’ang-an (o Tch’ang-ngan), donde estaba la corte imperial. En ese entonces el Emperador de China era Yao Hsing. Kumārajīva fue tratado con grandes honores. Fue nombrado capellán del Emperador y se le encargó dictar conferencias para monjes y devotos laicos y traducir Sūtras del sánscrito al chino. Para realizar sus traducciones Kumārajīva contaba con la colaboración de numerosos monjes y muchas veces el propio Emperador, como dice la tradición, asistiendo a las sesiones de trabajo de Kumārajīva, “tomaba el pincel” —es decir, compartía sus labores.

Kumārajīva, gracias a sus estudios, tenía vastos conocimientos de la literatura budista y además conocía bien el chino. Esto le permitía llevar a cabo, con gran eficiencia y en un nivel de primer orden, la traducción de un gran número de textos budistas, superando las traducciones anteriormente realizadas. Entre ellas sobresale su traducción del Sūtra del Loto.

La fecha de la muerte de Kumārajīva es incierta. Probablemente tuvo lugar a fines del año 412 o en el 413.

Comentarios chinos del Sūtra del Loto(8)

Sería imposible enumerar todos los comentarios que se han escrito sobre el Sūtra del Loto en China. Señalaremos sólo algunos de ellos. El primero fue escrito en el 432 d.C. por Chu Tao-sheng (Jiku Dōshō en japonés) (355-434 d.C.), un discípulo del propio Kumārajīva.9 A este comentador le siguieron muchos otros. Entre éstos tenemos a Fa-yün (Hōun en japonés) (467-529 d.C.) que compuso un comentario (Taishō) muy apreciado, recopilado por uno de sus discípulos. Chih-tsang (Kichizō en japonés) vivió entre los años 549-623 d.C. Su familia era originaria de Parthia. Es considerado el sistematizador de la secta budista San-lun (San-ron en el Japón). Escribió varios comentarios del Sūtra del Loto (Taishō 1720, 1721, 1722). Otro comentador importante fue K’uei-chi (Tz’u-en en japonés), que vivió entre los años 632 y 682 d.C. Fue discípulo del gran peregrino chino Hsüan-chuang o Hiuan-tsang (602-664 d.C.). Fundó otra gran secta budista china, la Fa-hsiang (Hossō en el Japón). Compuso varios comentarios del Sūtra. La importancia de los comentarios de estos dos últimos autores deriva no sólo de su valor intrínseco, sino del hecho de que sus autores fueran fundadores de sectas budistas de gran relevancia.

Chih-i

Pero tal vez entre los antiguos comentarios chinos los más importantes sean los debidos al gran pensador budista Chih-i (Chigi en japonés) (538-597 d.C.), el fundador de la importante secta budista china T'ien-t'ai (Tendal en el Japón).10 Chih-i escribió “Los Tres Grandes Volúmenes del Sūtra del Loto”, llamados también “Los Tres Grandes Volúmenes del T’ien-t’ai”. Los tres volúmenes son: “El Comentario Textual del Sūtra del Loto” (Taishō 1718), que es una anotación del Sūtra, “El Sentido Profundo del Sūtra del Loto” (Taishō 1716), que explica los principios del Sūtra, y “La Gran Concentración e Intuición” (Taishō 1911), que expresa las prácticas meditativas basadas en el Sūtra. El Sūtra del Loto y las tres obras de Chih-i constituyen las obras básicas de la mencionada secta y fueron objeto a su vez de otros comentarios y estudios.

Como Arthur F. Wright11 lo expresa, Chih-i “estaba profundamente perturbado por la multiplicidad de las doctrinas budistas y por las enseñanzas contradictorias encontradas en los textos budistas de diversos períodos y orígenes”. Chih-i se esforzó por conciliar esas diferentes enseñanzas y para ello recurrió a “la doctrina de los niveles de las enseñanzas budistas, de acuerdo con la cual cada nivel corresponde a una fase de la vida de Buda y a la clase de audiencia a la cual él estaba hablando” —doctrina ésta netamente inspirada por el Sūtra del Loto. Chih-i consideraba que todas estas formas de enseñanza tenían cada una su propia validez, pero que el Sūtra del Loto, que correspondía a los últimos ocho años de la vida de Buda, era la síntesis de sus enseñanzas. En este hecho fundaba la supremacía del Sūtra del Loto sobre los otros Sūtras.

Traducciones de la traducción china de Kumārajīva

Como es de esperar, conociendo la importancia que tiene el Sūtra del Loto en el Japón, existen numerosas traducciones del mismo al japonés. De entre éstas mencionemos sólo dos: la de Yukio Sakamoto y Yutaka Iwamoto, impresa junto con su traducción del Sūtra a partir del sánscrito, y la del año 1336 publicada por Nakata Norio, en Tokio, The Reiyukai, 1989. Existen buenas traducciones al inglés de la versión china de Kumārajīva, la de León Hurvitz, publicada en Nueva York en 1976, la de Bunno Rato, publicada en Tokio en 1971, la de Senchu Murano, publicada igualmente en Tokio en 1974 (segunda edición, 1991), y la de Tsugunari Kubo y Akira Yuyama publicada por la Reiyukai, en Tokio, 1991. Existe una traducción al alemán por Margareta von Borsig, Darmstadt, 1993, y una al francés por J. N. Robert, París, Fayard, 1997.

Introducción del Budismo en el Tibet(12)

Se puede ubicar en el reinado del gran rey tibetano Srong-btsan sgam-po, que reinó en la primera mitad del siglo vn d.C., el inicio del ingreso y difusión del Budismo en el Tibet. El padre de este rey había logrado unificar el Tibet, convirtiendo en vasallos suyos a las grandes familias nobles del país. Srongbtsam sgam-po inició una política de agresivo expansionismo militar, que habría de durar unos dos siglos, y de estrecho contacto con sus vecinos, en especial China e India. De la China el Tibet aprendió muchas técnicas que contribuyeron a su progreso material. La influencia de la India fue más de carácter intelectual y espiritual. Bajo la inspiración del alfabeto indio devanāgarī, el Tibet creó su propio alfabeto, de carácter fonético, compuesto por 30 signos consonánticos y 4 signos vocálicos. El Tibet también asimiló las convenciones estilísticas, los géneros literarios y la teoría gramatical propios de la India. Y fue de la India que el Tibet tomó el Budismo, lo cual habría de constituir un factor de relevante importancia para la conformación de su destino histórico. El Budismo en el Tibet fue puesto bajo el patronazgo real y desde luego fue utilizado para fortalecer el poder del trono.

Las traducciones tibetanas

El ingreso del Budismo en el Tibet dio lugar a un hecho de notable relevancia: la traducción de textos sánscritos al tibetano. Los tibetanos, antes de la introducción del Budismo, no estaban familiarizados con el arte de escribir, no tenían literatura escrita. Sin embargo lograron traducir del sánscrito al tibetano, en un tiempo notablemente corto, la vasta literatura del Budismo Mahāyāna. Tuvieron que recrear en tibetano la terminología técnica y filosófica del Budismo, ambas extremadamente sofisticadas y abstrusas. Las traducciones tibetanas son de una extraordinaria y sorprendente fidelidad al texto sánscrito original. Para lograr este resultado el Estado tibetano estableció listas de los términos tibetanos con los cuales debía traducirse obligadamente las respectivas palabras sánscritas. Se crearon equipos de traductores, constituidos por pandits (eruditos) indios y lotsavas (traductores) tibetanos. Las traducciones una vez realizadas eran revisadas por otros equipos. Se creó así un lenguaje literario que permaneció casi inalterado hasta nuestros días y gracias al cual los monjes del Tibet pudieron agregar a la herencia budista trasplantada de la India su propia contribución al pensamiento filosófico del Budismo.

La traducción tibetana del Sūtra del Loto

La traducción al tibetano del texto sánscrito del Sūtra del Loto fue realizada a principios del siglo ix d.C. por el pandit indio Surendrabodhi y el lotsava tibetano Sna-nam ye-shes sde. Esta traducción presenta la característica general de las traducciones tibetanas: fidelidad al texto original. Está incluida desde luego en la sección Kanjur de las diversas ediciones del Canon Budista Tibetano como son las de Sde-dge, Chone, Lhasa, Snar-than y Peking.13 No existe versión completa a idioma occidental o al japonés de la traducción tibetana.

Traducciones mongol, turca, hsi hsia (o tangut)

Mencionemos sólo de pasada que también existe una traducción completa del Sūtra del Loto al mongol. Los mongoles fueron convertidos por los tibetanos al Budismo en el siglo xvi y el Canon Budista Tibetano fue traducido en su integridad al mongol en el comienzo del siglo XVII.

Se han conservado fragmentos de una traducción al turco del Sūtra del Loto14, así como de una traducción al idioma tibeto-birmano de los hsi-hsia (xi xia) o tanguts, pueblo que del 982 al 1227 d.C. creó un poderoso estado al sur de Mongolia Occidental.15 Todos los fragmentos conservados provienen del Asia Central.

Introducción del Budismo en el Japón(16)

El Budismo fue llevado desde la China a Corea durante los últimos años del siglo iv y durante el siglo v d.C. De Corea el Budismo pasó al Japón en el año 552 según una crónica, en el 538 según otra. Fue el Rey Syong-myōng del reino coreano de Paekche, el que en una de las indicadas fechas envió, como presente, al Emperador Kinmei del Japón, una imagen de Buda y copias de algunos Sūtras. Desde entonces el Budismo se fue difundiendo en el Japón, ganando terreno hasta convertirse en la religión más importante de ese país, con características netamente japonesas.

Evolución del Budismo en el Japón(17)

El Budismo en el Japón evolucionó. Empezó siendo un mero conjunto de creencias y prácticas de carácter mágico-religioso, cargadas de superstición y en las cuales la doctrina budista propiamente dicha estaba prácticamente olvidada. Se veneraba como “deidades de los países vecinos” o como “deidades extranjeras” a los Budas que las Escrituras Budistas traídas de China o Corea mencionaban, se les pedía favores, como la salud en caso de enfermedad o la victoria en caso de guerra o de una batalla o buen tiempo para las cosechas. De conseguirse los efectos deseados, se les consagraba templos o capillas o se les hacía esculturas como retribución o como prueba de agrade cimiento o de piedad. También surgieron ritos de marcada inspiración mágica, destinados a procurar los bienes que en todos los tiempos y en todas las culturas se ha pretendido obtener mediante los procedimientos mágicos.

Poco después de su llegada al Japón, el Budismo experimentó una transformación profunda. En el año 594 d.C. la Emperatriz Suiko emitió un edicto que concedía la protección estatal al Budismo. El Budismo se convirtió así en una de las religiones oficiales del Japón, en una de las religiones estatales, cuya misión debía ser la protección del Estado japonés y la promoción de los intereses nacionales. Como consecuencia de la decisión que había tomado, el gobierno imperial dispuso a partir de entonces la construcción de numerosos templos budistas. Muchos miembros de la aristocracia feudal de la época lo imitaron adhiriéndose a la nueva religión. En estos templos se llevaban a cabo las ceremonias y ritos que se consideraban más adecuados para conseguir los fines que interesaban al Estado japonés o a las familias que los habían edificado, como por ejemplo la recitación diaria de determinados textos, entre ellos el Sūtra del Loto. Se apoyó y se sostuvo a los monjes destinados a llevar a cabo las ceremonias y ritos necesarios para los fines que la nueva religión debía conseguir y se fomentó el estudio del Budismo. La conversión en religión oficial o estatal y el apoyo de las autoridades, que tal conversión significaba, provocaron la difusión y promoción del Budismo dentro de la sociedad japonesa y prepararon así el ulterior pleno florecimiento de sus contenidos doctrinarios y su transformación en uno de los elementos de la cultura japonesa de mayor presencia y relevancia.

El Príncipe Shōtoku(18)

Poco después de la proclamación del indicado edicto, la Emperatriz Suiko se retiró de las funciones oficiales y se convirtió en monja budista. El príncipe Shōtoku, su sobrino, fue designado regente para gobernar los destinos del Japón. Lo hizo durante veintinueve años. El gobierno del Príncipe Shōtoku, que vivió del 574 al 622 d.C., marcó el inicio de la formación de un gobierno centralizadamente organizado y la plena constitución de un Budismo netamente japonés. El Príncipe Shōtoku es una de las figuras más descollantes de la historia del Japón y por ende de la historia del Budismo Japonés. El Japón conserva, lleno de afecto y de admiración, la memoria de este príncipe, y en Nara el templo Hōryūji, que según la tradición fue obra suya, es el centro de la secta Shōtoku, dedicada a rendirle culto.

Durante el gobierno del Príncipe Shōtoku, el Budismo agregó a sus aspectos ya señalados de religión de inspiración mágica y de carácter estatal, un aspecto más, más acorde con su esencia: la de una doctrina ética destinada a promover el desarrollo y crecimiento moral del individuo, a difundir los más nobles valores, a fortalecer los más elevados sentimientos humanos y a hacer más fácil y placenteras las relaciones mutuas entre los hombres.

El Príncipe Shōtoku, de acuerdo con la política ya iniciada, construyó una serie de templos, como el ya mencionado Hōryūji en Nara. Envió cuatro embajadas a China, cuya finalidad era establecer relaciones amistosas con el Imperio Chino, que facilitasen la absorción por el Japón de la cultura continental. Con las embajadas viajaban estudiantes y novicios que iban a China para aprender Budismo de los maestros chinos. En el año 604 d.C. el Príncipe Shōtoku promulgó la llamada “Constitución de los 17 Artículos”. Esta Constitución es una colección de normas ético-políticas destinadas a servir de guía moral a los altos funcionarios de la corte imperial y están inspiradas en ideas budistas y confucianas. Finalmente, el Príncipe Shōtoku escribió los llamados “Comentarios sobre los Tres Sūtras” —el Vimalakīrtisūtra (Taishō 2186), el Shrīmālasūtra (Taishō 2185), y el Saddharmapṇḍarīkasūtra o sea el Sūtra del Loto (Taishō 2187). Estos comentarios constituyen los primeros comentarios de Sūtras escritos en el Japón y están basados en comentarios chinos.

Comentarios japoneses del Sūtra del Loto(19)

El comentario del Sūtra del Loto compuesto por el Príncipe Shōtoku fue a su vez comentado por otros autores, algunos pertenecientes a la secta budista japonesa Kegon, que al parecer veneraba los escritos del Príncipe Shōtoku y valoraba sus explicaciones. El Sūtra del Loto fue objeto en Japón de numerosos comentarios por diversos autores. Entre éstos tenemos a Dengyō Daishi o Saichó (767-822 d.C.), el fundador de la importante secta budista japonesa Tendai, que escribió también comentarios sobre las obras de Chih-i relacionadas con el Sūtra; Chishō Daishi o Enchin (814-891 d.C.), también de la secta Tendai; Dōhan (1184-1252 d.C.) de la secta esotérica Shingon; Shōkei (1667-1737 d.C.); Kōken (1652-1739 d.C.), que escribió además una “Introducción explicativa para la colección de tradiciones difundidas acerca de los poderes milagrosos del Sūtra del Loto” y una “Explicación del significado del capítulo del Sūtra del Loto sobre la duración de la vida de los Budas”. Estos dos últimos autores pertenecían a la secta Tendai Nissei (1623-1668 d.C.), decimoséptimo patriarca de la secta Nichiren Shoshu, compuso un comentario del Sūtra del Loto y también una obra sobre “Tradiciones acerca del Sūtra del Loto en el Japón”.

II. Dinamismo, adaptabilidad, identidad esencial del Budismo

Desde sus inicios el Budismo reveló un extraordinario dinamismo que impulsó su evolución a través del tiempo, permitiéndole enriquecer sin cesar sus enseñanzas con nuevas doctrinas, implícitas ya en los textos más antiguos, con nuevas perspectivas anteriormente no percibidas, con desarrollos doctrinarios que por sí mismos lógicamente se imponían a la mente. Mostró igualmente el Budismo una sorprendente capacidad de adaptación. En su rápida difusión por las dilatadas regiones de todo el Asia entró en contacto con diversísimas culturas —Sudeste Asiático, Tibet, China, Corea, Japón, Mongolia; influyó sobre esas culturas y a su vez tomó de ellas elementos que matizaron sus enseñanzas dando aspectos nuevos a su mensaje y permitiéndole adaptarse a los diversos pueblos en que se iba insertando. Pero el Budismo tuvo, junto con su dinamismo evolutivo y su flexible adaptabilidad, un notable poder de conservar su auténtico ser, su auténtica personalidad, su auténtica esencia, por muy vastas que fueran las regiones por las cuales se extendió, por muy diversas que fueran las culturas que fecundó, por muchos que fueran los siglos que vieron el desarrollo de su historia, de su evolución y de sus logros. Hoy, budistas de Nepal, de Thailandia, de Mongolia, del Japón, de Birmania, de Corea, de Camboya, de China, de Tibet, de donde sean, cualquiera que sea la secta a la cual pertenecen, todos se reconocen herederos de una misma tradición, miembros de la misma familia espiritual —para todos ellos resplandece con un único y mismo fulgor la Triple Joya constituida por Buda, la Doctrina y la Comunidad.

Como es interesante tener conciencia de las profundas transformaciones experimentadas por el Budismo en el curso de su historia, nos referiremos a título de ejemplo a varias de ellas. Esos ejemplos constituyen por lo demás una introducción al conocimiento del Sūtra del Loto, de su contenido doctrinario y de su mensaje, ya que el Sūtra, por ser un texto del Budismo Mahāyāna, adopta las posiciones propias del Mahāyāna que mencionaremos a continuación.

Actitud antiespeculativa y pragmática en el Budismo Primitivo

Sin duda alguna el Budismo Primitivo (forma del Budismo en época de Buda) estaba caracterizado por una actitud que podemos calificar de pragmática y de indiferente y aún de contraria a la especulación: no le interesa perderse en elucubraciones y especulaciones de carácter filosófico o religioso; sólo le interesa aquello que puede contribuir a solucionar el problema del dolor que aflige a la condición humana, y a hacer realidad la Liberación, poniendo fin a la cadena de las reencarnaciones.

La actitud de Buda, contraria a la especulación, se hace presente en su negativa a contestar las llamadas “cuestiones no explicadas” (avyākṛtavastūni). Son cuestiones de orden matafísico: ¿Es el mundo eterno? ¿Es el mundo finito? ¿Es el alma diferente del cuerpo? ¿Existe Buda después de la muerte?

Ilustra también esta actitud pragmática y antiespeculativa la hermosa parábola del Cūḷamāluṅkyasutta del Majjhima Nikāya I, pp.429-430 (ed. Pali Text Society). Se refiere al caso del hombre que es herido por una flecha envenenada y que no quiere dejar que lo curen mientras no le digan cómo era el hombre que lo hirió, cómo era el arco que lo hirió, cómo era su cuerda. El hombre muere antes de recibir toda la información solicitada. La primera prioridad era extraer la flecha y curar la herida y eso no se hizo. Y Buda concluye:

De la misma manera, oh Máluñkyáputra, no importa qué cosa piensa uno en relación con tales cuestiones como ¿Es el universo finito o infinito? Eso no cambia el hecho de que la condición humana está caracterizada por el nacimiento, la vejez, la enfermedad, la muerte y el dolor, la pena, el sufrimiento, el desaliento y la perturbación. Yo enseño sólo como vencer esos males en esta vida y nada más. Yo no contesto a esas preguntas, porque contestarlas no es el objeto de la práctica religiosa y porque las contestaciones que se podría dar no conducen al renunciamiento, a la liberación del deseo, a la calma, a la tranquilidad, a la sabiduría, a la Iluminación, al Nirvāna.

La especulación filosófica en el Hinayana

Pero la India es la tierra de la especulación filosófica y metafísica. Desde muchos siglos antes de Cristo los brahmanes, los más antiguos representantes de la intelectualidad india, se habían entrenado en el análisis conceptual y en la sistematización de las nociones y de las cosas que ellas expresan, acostumbrándose a profundizar en el estudio de las cuestiones que sometían a su examen, adquiriendo notable dominio de todos los recursos de la lógica y de la dialéctica. Su campo de entrenamiento había sido primeramente las cuestiones relativas al rito, a su esencia, a su conformación, a sus valores simbólicos. De ahí pasaron a cuestiones, para nosotros de mayor relevancia, centradas alrededor de la noción de lo Absoluto, Brahmán.

El Budismo no podía renegar de la vocación filosófica y metafísica de la cultura de la India, en que se hundían sus raíces. Y, muy poco después de la muerte de Buda, el Budismo comenzó a constituir sus sistemas doctrinarios que habrían de enfrentarse a aquellos del Brahmanismo y del Hinduismo en el curso de los siglos por venir.

Es así que las sectas del Budismo usualmente llamado Hīnayāna (forma de Budismo surgida poco después de la muerte de Buda) llevaron a cabo, con su teoría de los dharmas, una prodigiosa labor clasificatoria de los factores o elementos constitutivos de la existencia, basándose en aisladas y dispersas formulaciones de los textos budistas más antiguos. Su esfuerzo intelectual se dirigió fundamentalmente a encerrar toda la realidad en que existimos en un sistema unitario e integral en que rigurosamente se señala el lugar que le corresponde a todo factor o elemento de lo existente y se indica las relaciones que lo unen en apretada red a los otros factores o elementos.

Desarrollo filosófico en el Mahāyāna

Pero es en el Budismo Mahāyāna (forma de Budismo surgida alrededor del inicio de nuestra era), al cual pertenece como dijimos el Sūtra del Loto, en donde encontramos los mayores logros filosóficos y metafísicos del pensamiento budista, expresados por ejemplo en las impresionantes construcciones doctrinarias de la teoría de la Shūnyatā o Vaciedad o Contingencia Universal de la escuela Madhyamika (fundada por el gran Nāgārjuna) o en la teoría de “Sólo-la-conciencia” (cittamātra) de la Escuela idealista Yogāchāra (fundada por el no menos grande Maitreya). En el Mahāyāna reina la audacia del pensamiento, la poderosa creatividad especulativa, la sutil y penetrante capacidad intuitiva y (lo que el prejuicio occidental ha querido negar a la India) el más severo rigor lógico.

Realismo en el Budismo Primitivo y en el Budismo Hīnayāna

El Budismo Primitivo tuvo una concepción de la realidad empírica que podemos calificar de “realismo ingenuo”. Para el Budismo, en esta primera etapa, toda la realidad está formada por los llamados dharmas, factores o elementos, constitutivos de lo existente. Lo mismo sucede con el hombre que forma parte de esa realidad y que es el principal objeto de la reflexión del Budismo. El hombre es un mero conjunto de cinco clases de dharmas (que en su caso se llaman skandhas): elementos materiales (rūpa), sensaciones (vedanā), percepciones (saṃjñā), voliciones (saṃskāra) y conciencias (vijñāna), detrás o por debajo de los cuales no existe una entidad independiente y eterna, un alma, un espíritu, un ātman. Estos dharmas o factores de lo existente son insustanciales (es decir, no existen en sí y por sí) y además son impermanentes. Pero a pesar de ser insustanciales y transitorios estos dharmas tienen una existencia real, efectiva, autónoma, independiente del acto de conocimiento que los capta o concibe. El Budismo Primitivo no duda de la existencia del mundo exterior construido por esos dharmas. Y admite además la capacidad de nuestros sentidos y de nuestra mente para captar ese mundo exterior, tal como es en su auténtica naturaleza, en su verdadera manera de ser.

El Budismo Hīnayāna analizará el concepto de los dharmas y llegará a la conclusión de que esos dharmas no sólo son impermanentes, sino que también son instantáneos. No bien surgen a la existencia, dejan de existir. La instantaneidad de los dharmas y por consiguiente la instantaneidad de todo (ya que todo está constituido por dharmas) será a partir de este momento un rasgo esencial de la concepción que el Budismo tiene de la realidad empírica. Este rasgo complementará otro igualmente esencial a esa concepción: el de la insustancialidad. Y en este punto también el Budismo se contrapondrá al Hinduismo que postula a Brahmán como el fundamento último, permanente, inalterable, de todo lo que existe.

La nueva noción hínayánista de los dharmas va a tener gravísimas consecuencias tanto para la ulterior concepción budista del mundo como para el conocimiento del mundo por parte del hombre. Va a ser el punto de partida de una evolución que desembocará en las doctrinas del Vacío (shūnyatā) de Nāgārjuna y de Sólo-la-mente (cittamātra) de Maitreya, Asangay Vasubandhu.

El mundo y los seres que en él habitan resultan ser para el Budismo Hīnayāna únicamente un conglomerado de dharmas, de elementos de lo existente, que se siguen unos a los otros en una constante y vertiginosa sucesión. Lo único que existe son dharmas y éstos existen solamente por un instante infinitamente breve, surgen para desaparecer de inmediato. La realidad en su totalidad es así una entidad dinámica, en permanente mutación, nunca igual a sí misma.

El idealismo del Mahāyāna

Los pensadores del Mahāyāna, partiendo del presupuesto hīnayānista, reflexionando, llegaron a la conclusión de que, si lo único que existe son los dharmas instantáneos, entonces la realidad que percibimos, que se nos aparece como unitaria, compacta y permanente, tiene que ser una ilusión, una creación engañosa de nuestra mente debida a su naturaleza y a sus características intrínsecas. Una comparación aclara su idea. Vemos a lo lejos una masa unitaria, compacta y oscura; conforme nos vamos acercando, vamos descubriendo que es un bosque cuyos árboles, ramas, hojas y flores gradualmente se van haciendo presentes ante nosotros. La masa unitaria, compacta, oscura, que vimos en el inicio, era una ilusión, una creación engañosa de nuestros sentidos y de nuestra mente, debida a sus innatas limitaciones. El bosque con sus árboles, ramas, hojas y flores corresponde a los dharmas instantáneos, que son la realidad verdadera que estamos normalmente condenados a no percibir; la masa oscura de la comparación corresponde a la realidad unitaria, compacta y permanente que vemos en nuestra experiencia cotidiana —ambas, la masa oscura y la realidad unitaria, son una visión ilusoria, una mera creación mental, debida a la innata incapacidad de nuestros sentidos y de nuestra mente para captar normalmente la verdadera naturaleza de las cosas.

Así, partiendo de una teoría propia del Hīnayāna y adoptando una posición idealista y criticista, el Mahāyāna sostendrá dos tesis, que lo contraponen al Hīnayāna, que serán características suyas: por un lado la incapacidad del hombre para llegar a la “cosa en sí”, a la verdad, y por otro lado el carácter mental, ideal, ilusorio de la realidad empírica que percibimos y en que existimos.

El Arhant, ideal del hombre perfecto del Hīnayāna

Cada religión se crea su tipo ideal de “santo”, de “hombre bueno”, de “ser que ha llegado a la perfección espiritual”. Este ideal de sabio, hacia el cual uno debe encauzar sus esfuerzos como la meta final de su existencia, puede variar con el tiempo, de acuerdo con las circunstancias históricas y sociales, de acuerdo con la evolución de la religión debida a múltiples factores. Tal cosa sucedió con el Budismo. Tuvo un ideal de hombre, y este ideal varió con el transcurso de los siglos. El ideal preconizado por el Budismo Primitivo y el Budismo Hīnayāna fue uno: el Arhant, otro fue aquel que postulaba el Budismo Mahāyāna: el Bodhisattva.

Se podría hablar del hombre “trágico” del Budismo en general, pero esta afirmación es mayormente válida en relación al Budismo Primitivo y al Budismo Hīnayāna. El hombre al nacer ingresa a un mundo en que reinan “la vejez y la muerte, la pena y el llanto, el sufrimiento, el desagrado y la inquietud”, según la fórmula del Praütyasamutpada o Surgimiento Condicionado. Y no tiene el consuelo de que con el fin de su vida concluya su tragedia, pues ésta se repite en las infinitas reencarnaciones que le esperan. El “fin del sufrimiento” fue la gran aspiración del Budismo Primitivo y del Budismo Hīnayāna, y Buda enseñó el camino que lleva a esa meta. Pero este camino es duro de recorrer, pues es el camino del renunciamiento, del desapego total: el hombre debe ir en contra de las tendencias que su condición humana le impone, debe extirpar de sí todo afecto, todo apego, debe vencer sus impulsos instintivos que lo inducen a amar y ser amado, debe renunciar a las alegrías derivadas de las debilidades humanas. La tarea no es fácil ni puede ser realizada en el breve lapso de una vida humana. Se requiere para llevarla a cabo que el hombre tenga múltiples reencarnaciones, en cada una de las cuales escuchará la Doctrina, rendirá homenaje a Budas, realizará obras buenas, reunirá méritos. Y en esa forma se irá preparando, capacitando para renacer en una de sus sucesivas existencias, la última ya de todas, dotado de las cualidades necesarias para el gran renunciamiento a todo, el total desapego a todo que le garantizan el ingreso al Nirvāna, el fin de las reencarnaciones y del sufrimiento. Y para triunfar el hombre cuenta sólo consigo mismo, sólo a sí mismo puede recurrir, sólo puede confiar en sus propias fuerzas. El hombre está solo frente a su dolor y frente a su salvación. No existe un ser superior que se preocupe por él y al cual él pueda dirigir sus ruegos en busca de apoyo y de consuelo. Los Dioses que el Budismo acepta tienen escaso poder y son incapaces de hacer algo efectivo por él. Un kalyānamitra, un buen amigo, que el Budismo valora, sólo puede prestarle al hombre la limitada ayuda de un sano consejo, de alguna sensata indicación. La enseñanza de Buda es un refugio seguro, pero el mismo Buda dijo (Majjhima Nikāya III, p.6) que entre los discípulos a quienes El transmitió su doctrina, unos llegan al Nirvāna y otros no, y agregó: “¿Qué puedo hacer yo? Yo sólo indico el camino”. Y además el consejo del buen amigo, la enseñanza de Buda, sólo pueden surtir sus efectos en una persona preparada para ello por sus experiencias en anteriores reencarnaciones, por la maduración de su karman.

Un texto del Canon Chino puede servir de ejemplo a la necesidad de estar preparado por los méritos acumulados en vidas anteriores para recibir la Doctrina y hacer realidad sus enseñanzas:

Una vez Shākyamuni y Ānanda encontraron a la entrada de Shrāvastī a una vieja mujer desdichada. Conmovido por la piedad Ānanda propuso al Maestro acercarse a ella y salvarla: “Que Buda —le dijo— se acerque a ella; cuando ella vea a Buda con sus marcas y submarcas y sus rayos luminosos, ella experimentará un pensamiento de alegría y será salvada”. Buda contestó: “Esta mujer, oh Ānanda, no llena las condiciones necesarias para ser salvada”. Con todo, respondiendo al ruego de Ānanda, Buda trató de manifestarse a ella. Se le acercó por delante, por detrás, por el costado, por arriba, por abajo. Cada vez la vieja le daba la espalda, levantaba la cabeza cuando hubiera debido bajarla, bajaba la cabeza cuando hubiera debido levantarla y finalmente cubrió su rostro con sus manos. No se dio cuenta de la presencia de Buda. Y el Maestro concluyó: “¿Qué puedo hacer yo? Todo es inútil. Hay personas así, que no llenan las condiciones necesarias para ser salvadas y no logran ver a Buda”.20

Si se ha preparado y capacitado en sus anteriores reencarnaciones y si persiste en su esfuerzo, demostrando perseverancia, constancia y energía, si nada puede apartarlo de la meta que se ha fijado, si no lo atemoriza la soledad a que se ha condenado al destruir todos los vínculos que lo unen a los otros seres y cosas, el hombre al final de ese camino llegará a la perfección espiritual, se convertirá en un Arhant.

Una fórmula frecuente en los suttas del Canon Pāli describe el derrotero moral del Arhant. En el Dīgha Nikāya I, p.176 (Kassapasīhanādasutta) es utilizada en relación al asceta Kassapa:

Y así, en presencia del Bhagavant, el asceta Kassapa recibió la iniciación, recibió la ordenación. Y poco después de haber sido ordenado, el venerable Kassapa vivía a solas, solitario, alerta y vigilante, esforzado y resuelto. Y en corto tiempo en este mundo, por sí mismo conoció, realizó y poseyó aquella incomparable perfección de la vida religiosa por cuya causa los hijos de familia abandonan sus hogares para llevar una vida errante y mendicante. Y supo que había destruido el renacer, que había realizado la vida religiosa, que había hecho lo que tenía que hacer y que nada le quedaba después de su actual existencia. Y así el venerable Kassapa ocupó su lugar entre los Arhants.

El Arhant, mientras sigue su progreso hacia la perfección espiritual y una vez que llegó a ella, se preocupa antes que nada por su propia salvación, por poner fin a sus reencarnaciones. Es su propio bien, su Liberación, lo que más valor tiene ante sus ojos. Sabe que en este mundo de dolor y soledad es muy poco lo que puede hacer por los otros hombres; no gasta su tiempo y su energía en el inútil esfuerzo de querer salvar a los que aún no están preparados para lograr su salvación o no quieren hacerlo, sabe que la salvación es un asunto de cada uno, que cada uno tiene que realizar y llevar a cabo; pero no será avaro de un buen consejo, estará siempre dispuesto para dar a conocer la Doctrina del Maestro, para difundir sus enseñanzas; para con todos tendrá una actitud de suave benevolencia, pero una compasión apasionada, capaz de llevar al autosacrificio, heroica, no será una de sus características.

El Bodhisattva, ideal del hombre perfecto del Mahāyāna

El Mahāyāna calificó de “egoísta” esta actitud, este ideal de sabio del Hīnayāna, el ideal de hombre que busca, antes que todo lo demás, su propia salud espiritual, y lo reemplazó por otro ideal, compenetrado de ardiente compasión, el ideal del Bodhisattva. Bodhisattva es el hombre que aspira a la Iluminación (bodhi), que aspira a ser un Buda (buddha), es decir, uno que despertó a la verdad, un Iluminado. La Iluminación traerá consigo la superación del sufrimiento, el fin de las reencarnaciones —meta constante de todo el Budismo.

Los presupuestos son los mismos para el Budismo Mahāyāna, para el Budismo Primitivo y para el Budismo Hīnayāna. Para el Mahāyāna el hombre es también un ser nacido para el sufrimiento y para el dolor; poner fin al sufrimiento y romper la cadena de las reencarnaciones debe ser la meta final de todo esfuerzo humano; el camino que lleva a la Liberación es un camino arduo y difícil, y sobre todo sumamente largo, que para ser recorrido exige millones y millones de años, millones de millones de reencarnaciones. En ellas el Bodhisattva reúne infinitos méritos, realizando acciones buenas, practicando las virtudes que preconiza la moral budista; hace suyas las doctrinas de Buda, asimilándolas, convirtiéndolas en la esencia de su ser; rinde homenaje a infinitos Budas, recibe de ellos sus enseñanzas e imita su ejemplo.

Dos elementos caracterizan al Bodhisattva: el Conocimiento y la Compasión. Gracias al Conocimiento tendrá la profunda convicción de que la Vaciedad, la insustancialidad, la relatividad, la contingencia es la naturaleza verdadera de todo lo que existe, la convicción de que todo por ser vacío e insustancial es irreal, una engañosa creación de nuestra mente sumida en el error. Gracias a la Compasión estará siempre dispuesto a ayudar en toda forma a los seres, a aliviar su sufrimiento, a consolarlos en sus desdichas, a procurarles la paz y la felicidad aun a costa de sí mismo; y sobre todo se esforzará, cuanto sus fuerzas lo permitan, por conducir a todos los hombres hacia la Iluminación hacia la cual él mismo se encamina. Para ello transmitirá a los demás la Palabra del Maestro, los incitará a su esfuerzo hacia la suprema meta, los sostendrá cuando sus fuerzas flaqueen. El Bodhisattva busca su propio bien, pero busca al mismo tiempo el bien ajeno. No puede separar uno del otro. El Bodhisattva empieza su carrera con el doble voto de procurar su bien y el bien de los otros. Y para conseguir el bien de los otros el Bodhisattva hará el sacrificio supremo de retardar su ingreso en el Nirvāna, mientras los otros seres no hayan llegado como él a la Iluminación inmaculada y excelsa que pone fin al sufrimiento y corta la serie de las reencarnaciones.

El mundo con el Mahāyāna se pobló de un “número, inmenso como las arenas de sesenta ríos Ganges”, de salvadores, dispuestos a ayudar en toda ocasión a los hombres y (lo que más cuenta) capaces de instruirlos para que se encaminen hacia la Iluminación —antesala del Nirvāna— y lleguen a ella. El ideal del Arhant de las primeras épocas se empequeñeció ante el ideal del Bodhisattva, supremo arquetipo de una compasión apasionada y universal; y fue este ideal de Bodhisattva, preconizado por el Sūtra del Loto, el que se impuso en la India, Tibet, Mongolia, Corea, China y el Japón, iluminando con poderoso resplandor la vida espiritual de esos pueblos.

Posición cronológica del Nirvāna en el Budismo Hīnayāna

Para el Budismo Hīnayāna el hombre que se someta a la Disciplina intelectual y moral prescrita por el Budismo obtendrá la Iluminación y en el momento de su muerte alcanzará el Nirvāna final y sin retorno. Se puede decir que en las primeras etapas del Budismo —los llamados Budismo Primitivo y Budismo Hīnayāna— alcanzar el Nirvāna tan pronto como fuera posible era la aspiración y la meta final del esfuerzo humano.

El Nirvāna

Mucho se ha discutido acerca de lo que es el Nirvāna y muchas opiniones emitidas al respecto están influidas por concepciones filosóficas o actitudes religiosas y culturales propias de los intérpretes y totalmente ajenas al Budismo y a la cultura de la India, en la cual el Budismo tiene su raíz.21

El hombre occidental aspira a la sobrevivencia personal. El hombre indio aspira a la liberación de las reencarnaciones, a poner fin a la transmigración, a acabar con esa serie, que no ha tenido comienzo, de existencias sucesivas sometidas todas ellas al dolor y al sufrimiento y a la que él está indisolublemente encadenado mientras no se libere mediante la disciplina intelectual y moral que los diversos sistemas salvíficos de la India le proporcionan.

Para tener una correcta noción de lo que es el Nirvāna budista, no debemos olvidarnos de que el Budismo participa de la concepción y de la actitud antes referidas, propias de la cultura de la India; debemos también tener presente que el Budismo no acepta ni la existencia de un Dios creador y regente del universo ni la existencia en el hombre de un alma, principio espiritual, y que para el Budismo la existencia se da bajo la forma sólo de re-existencias o reencarnaciones. El Nirvāna es la liberación del sufrimiento y del dolor inherentes a la naturaleza humana y provocados por las enfermedades, la vejez, la separación de los seres que uno ama, por la angustia de la muerte. El Nirvāna es la liberación de las reencarnaciones. Para el budista el ingreso en el Nirvāna es algo que tiene que ser afanosamente buscado y que puede ser conseguido sólo mediante gran esfuerzo y severa disciplina, después de innúmeras reencarnaciones. Para el budista el Nirvāna es un premio que llega por fin para sus afanes y esfuerzos por alcanzar la perfección espiritual. Por eso los monjes y monjas budistas han cantado en encendidos versos al Nirvāna, ansiando ardientemente que llegue el momento de ingresar en él, rompiéndose así la cadena que los ata a las reencarnaciones. Ese estado post vitam, el Nirvāna, es calificado metafóricamente de “felicidad suprema”, “eterno reposo” etc., con una voluntad de elogio que a nadie ni a nada le está dirigido, que por nadie o por nada será recibido. El Nirvāna puede ser considerado un Absoluto, algo totalmente “desligado” de la realidad empírica en la que el hombre actúa y vive, algo a lo que no llega nada de nuestra realidad empírica, ninguna de sus calificaciones, ninguno de sus atributos, ninguna de sus categorías, en lo que no existe ninguno de los elementos que constituyen nuestra realidad humana.

Y fue el Nirvāna así descrito lo que Shākyamuni, de acuerdo con los textos más antiguos, conquistó al alcanzar la Iluminación y que realizó en el momento de morir.; unos cuarenta años después de convertirse en un Buda, en un Iluminado.

Posición cronológica del Nirvāna en el Budismo Mahāyāna

La posición cronológica del Nirvāna en el Budismo Mahāyāna, en cuyo ámbito se ubica el Sūtra del Loto, es, de acuerdo con los textos propios de este período, completamente diferente.

Después de una larga y esforzada Carrera de Bodhisattva que ha durado un transcurso infinito de tiempo y durante la cual ha adquirido el Supremo Conocimiento y ha realizado numerosos y heroicos actos de Compasión, el Bodhisattva obtiene, convirtiéndose en un Tathāgata, en un Buda, la Iluminación (bodhi) y adquiere un Mundo de Buda (Buddhakshetra) para vivir ahí. Estos Mundos de Buda están descritos en los textos mahāyānistas en términos de gran belleza, están adornados con flores y piedras preciosas, resplandecen con sus ornamentos de oro, son verdaderos y magníficos paraísos, Tierras Puras en las que todo es belleza, felicidad, espiritualidad. En ellos, el nuevo Buda, el nuevo Tathāgata, conservando su personalidad y conciencia individual, purificada, incrementada por las virtudes y cualidades desarrolladas en la Carrera de Bodhisattva a la que anteriormente se sometió, vive transmitiendo la Doctrina budista a un infinito número de discípulos, guiándolos e incitándolos hacia la Iluminación. De este modo el nuevo Buda realiza una tarea de compasión y beneficencia, que es la continuación de la tarea de compasión y beneficencia que realizó mientras seguía la Carrera de Bodhisattva. La vida del nuevo Tathāgata en su Mundo de Buda dura un infinito número de Períodos Cósmicos. Después del transcurso de un infinito número de Períodos Cósmicos dedicados a su compasiva actividad, el Tathāgata entra en el Supremo Nirvāna (parinirvāṇa), que permanece como la meta final del esfuerzo del hombre budista a lo largo de toda la extensa historia del Budismo.

El Nirvāna, tan difícil de captar en su verdadero significado incluso por una mente filosóficamente entrenada, designado en muchos textos con el calificativo de extinción (nirvṛti) y comparado con una llama de fuego que se extingue, lo que naturalmente produce un sentimiento de temor y malestar en la gran mayoría de los hombres, apegados a sí mismos, a la vida y a las alegrías y placeres que ella ofrece —el Nirvāna está pospuesto, retardado, en el Mahāyāna, está postergado a un futuro tan lejano que parece que nunca llegará, que jamás se producirá. Ningún otro Maestro religioso descubrió y ofreció a sus adeptos un destino más magnífico y más de acuerdo con las aspiraciones humanas que el descubierto y enseñado por Shākyamuni en los Sūtras del Mahāyāna.

Con el Mahāyāna el Budismo se transformó de una religión que proclama la extinción como meta final en una religión que presenta como su meta final una existencia quasi-eterna plenamente florecida y feliz bajo los signos del Conocimiento y de la Compasión. De una Religión-del-Nirvāna el Budismo se convirtió en una Religión-de-la-Iluminación.

La quasi-eternidad de la existencia de los Tathāgatas después de obtener la Iluminación indica un cambio fundamental, una profunda transformación en el mensaje budista. Esta quasí-eternidad es uno de los importantes elementos que distinguen al Budismo Mahāyāna del Budismo Hīnayāna. Probablemente este cambio fue uno de los factores que permitieron la rápida aceptación del Budismo por tantos pueblos asiáticos de diversa cultura y que explican la formidable fuerza de atracción que tuvo y sigue teniendo.

“Todos seréis budas”

La Carrera de Bodhisattva, la Iluminación (bodhi) y la condición de Buda (buddha) a que ella conduce, la obtención de un Mundo de Buda, la existencia quasireterna en ese mundo, no son patrimonio exclusivo de nadie. Son bienes a que todo ser humano puede aspirar sin distinción de raza, casta, sexo, ocupación. Esta actitud generosa es característica del Budismo desde sus orígenes y se fue acentuando con el correr de los siglos.

La palabra buddha fue inicialmente un mero epíteto de Gautama, de Shākyamuni, el fundador histórico del Budismo. Buddha deriva de la raíz BUDH-y significa “el despertado”, “el que se despertó a la Verdad”. Bodhi, que deriva de la misma raíz, significa similarmente “el despertar espiritual”, “el despertarse a la Verdad”. Pero usualmente, por influencia de la mística occidental en los traductores, buddhasz traduce por “Iluminado” y bodhi por “Iluminación”. Ambas palabras (Iluminado e Iluminación) pertenecen a la terminología de la mística cristiana. Ambas tienen referencia al acto de recibir la luz espiritual de Dios y generalmente esta luz está representada como viniendo de arriba, del cielo, en donde Dios es tradicionalmente ubicado. Esta imagen no corresponde a la noción básica de las palabras buddha y bodhi, en las cuales está implícita la idea de un estado trascendente producido, no por un factor externo, sino por la transformación de uno mismo como resultado de la esforzada disciplina budista, intelectual y moral, a la que uno se ha sometido. Si queremos emplear la metáfora de la luz, diremos que en la Iluminación cristiana la luz proviene de afuera, en la Bodhi proviene de adentro.

Buddha (Buda) fue sólo entonces un epíteto de Gautama Shākyamuni. El fue el “Iluminado” por excelencia, el que llegó a la Iluminación siguiendo el Camino por El descubierto y por El a otros transmitido para su bien y para su felicidad. Ya en el Budismo Hīnayāna se pensó, pues, que siguiendo ese mismo Camino habían existido, existían y existirían en el futuro otros Buddhas (Budas), otros Iluminados. Esta idea cobró fuerza en el Mahāyāna. Infinitos Budas comenzaron a poblar, durante infinitos Períodos Cósmicos, los infinitos mundos en las diez direcciones del espacio. Ellos, junto con los innumerables Bodhisattvas que los siguen y los acompañan, realizando incesantemente en el ilimitado universo una obra extraordinaria de Compasión, predican el Dharma budista, guiando a infinitos seres hacia la forma más alta de la Conciencia, del Conocimiento, de la Inteligencia —la Iluminación inmaculada y excelsa. Y no cejarán en sus esfuerzos, no desfallecerán mientras exista un solo ser que requiera ser guiado y salvado por ellos. Y, cuando todos los seres hayan alcanzado la Iluminación, sólo entonces todos los Budas, “habiendo hecho ya lo que tenían que hacer”, entrarán en el Supremo Nirvāna sin retorno, la sede de la no-muerte, de la felicidad, de la paz, del silencio.

El Buda histórico y el Buda eterno(22)

A Chih-i, que ya ha sido anteriormente mencionado, se le debe la división del Sūtra del Loto en dos grandes secciones. La primera parte comprende los Capítulos I-XIV de la versión china de Kumarājīva (que corresponden a los Capítulos I-XIII del original sánscrito), de los cuales el Capítulo I es una introducción al Sūtra, los Capítulos II-IX contienen la esencia de la doctrina expuesta en esta primera parte y los Capítulos X-XIV (= sánscrito X-XIII) son una elaboración de la misma. La segunda parte está constituida por los Capítulos XV-XXVIII de la versión china de Kumarājīva (que corresponden a los Capítulos XIV-XXVII del original sánscrito), de los cuales la primera mitad del Capítulo XV (XIV) es introductoria, la segunda mitad del Capítulo XV (XIV), el XVI (XV) y la primera mitad del XVII (XVI) contienen la esencia de la doctrina expuesta en esta segunda parte, siendo los restantes capítulos sólo una elaboración de la doctrina de la segunda parte.

La primera parte recibe el nombre de chi men chiao hua. Estos capítulos están centrados alrededor de la figura de Shākyamuni, el Buda histórico, que vivió y predicó en la India alrededor del año 500 a.C.

La segunda parte recibe el nombre de pen men chiao hua. Esta parte se refiere al Buda eterno, que existió como Buda (Iluminado) desde una eternidad sin principio y existirá por una eternidad que no tiene fin; y que, asumiendo la forma de infinitos Budas, se encuentra en infinitos universos, instruyendo a infinitos seres y guiándolos hacia la Iluminación. Shākyamuni es la forma que asumió el Buda eterno para manifestarse en nuestro mundo Sahā.

Para el Budismo Hīnayāna Buda fue simplemente un hombre, que en incontables reencarnaciones reunió inmensos méritos y se esforzó por alcanzar la perfección moral e intelectual; que en su última reencarnación, como coronación de sus esfuerzos y logros, obtuvo la Iluminación y descubrió la Verdad; que luego, convirtiéndose en el Maestro, predicó su Doctrina que expone la Verdad que descubriera, para beneficio y bien de los hombres; y que a los 80 años murió ingresando en el Nirvāna, extinguiéndose.

La primera parte del Sūtra del Loto, en términos generales, concuerda con la concepción hinayánista de Shākyamuni.

La segunda parte del Sūtra del Loto, con su concepción del Buda eterno, presente en todos los infinitos universos, no limitado por el tiempo y por el espacio, nos aleja por completo de la concepción que el Hīnayāna tenía de Buda. El Buda humano e histórico de los primeros tiempos del Budismo ha sido reemplazado por un Buda trascendente y metafísico.

III. Explicación de las divergencias antes señaladas

Las divergencias que hemos señalado entre por un lado el Budismo Primitivo y el Budismo Hīnayāna y por otro lado el Budismo Mahāyāna y el Sūtra del Loto, que forma parte de este último, y otras divergencias que se pueden señalar, son innegables.

La historia y la filología explican esas divergencias como simples transformaciones experimentadas por el Budismo con el transcurso del tiempo, debido a las nuevas condiciones sociales de la India, a la cambiada composición de la comunidad budista, a las mutaciones que se produjeron en los sentimientos religiosos de los grupos budistas, a sus nuevas aspiraciones y necesidades. Por obra de todas esas circunstancias los textos más antiguos —por ejemplo los del Canon Pāli— contendrían la Enseñanza auténtica y propia de Buda; los textos más modernos reflejarían la evolución de esa Enseñanza por obra de sus discípulos y seguidores en los siglos que vinieron después de Buda.

Los doctores budistas tenían otra opinión. Las enseñanzas contenidas en los textos mahāyānistas, como el Sūtra del Loto, todas ellas sin excepción derivan del propio Buda, tienen en Buda su creador y su autor. Tanto los textos hinayánistas (el Canon Pāli) como los textos mahāyānistas contienen la prédica de Buda llevada a cabo por El durante los años que mediaron entre su Iluminación y su ingreso en el Nirvāna. Pero las enseñanzas hinayánistas, correspondientes a los primeros años después de la Iluminación, eran enseñanzas provisionales que Buda transmitió a sus oyentes que aún no estaban preparados, debido a su constitución psicológica y aptitudes intelectuales, para recibir las doctrinas auténticas y definitivas, verdaderamente de Buda, contenidas hoy en los textos mahāyānistas. Estas últimas enseñanzas fueron reveladas por Buda cuando sus seguidores estuvieron ya preparados para recibirlas y corresponden a los últimos años de su vida.

“La Habilidad en el uso de los medios”

En la prédica de su Doctrina Buda actuó de la manera antes indicada, porque poseía “la Habilidad en el uso de los medios” (upāyakaushalya en sánscrito); esa Habilidad es su más notoria característica como Maestro.

Entre los poderes (bala) adquiridos por Buda en su perfeccionamiento espiritual estaba la facultad de conocer las diferentes capacidades, tendencias, proclividades, niveles de comprensión y sobre todo la receptividad (adhimukti) de los seres.

Buda, conociendo las características psicológicas y niveles intelectuales de los seres, adecúa su prédica al auditorio que tiene ante sí, transmite al discípulo aquella parte de su doctrina que el discípulo es capaz en ese momento de recibir y asimilar, gradúa su enseñanza para que el oyente paulatinamente pase de una etapa que está a su alcance a otra etapa que ha de exigirle esfuerzo y trabajo, poco a poco lo va encaminando para prepararlo a aceptar una instrucción que choca con las convicciones inveteradas que uno ha hecho suyas sin someterlas a un previo examen crítico. Buda es el Gran Médico que suministra a cada enfermo la medicina apropiada, el Gran Maestro que acomoda su enseñanza a las fuerzas intelectuales del alumno, el Gran Guía que lleva a sus acompañantes hacia la meta por los caminos más conformes con su entrenamiento.

Con el término upāyakaushalya (Habilidad en el uso de los medios) se relaciona otro término importante del Sūtra del Loto: saṃdhābhāshya. Esta palabra no significa ni “lenguaje misterioso” ni “lenguaje enigmático”, como muchas veces ha sido entendida. Saṃdhābhāshya designa aquel discurso que encuentra el punto en que confluyen, por un lado, la capacidad de comprensión del oyente y, por otro lado, la enseñanza que se le transmite, aquel lenguaje que se adecúa a las posibilidades de recepción de aquel a quien está dirigido, aquel mensaje que proporciona sólo lo que el oyente puede recibir.

Textos “nītārtha” y textos “neyārtha”

Se podría pensar que existen insalvables contraposiciones entre los textos de Buda que contienen las enseñanzas de su primera época, dirigidas a los discípulos del Hīnayāna, y los textos que contienen las enseñanzas de su última época, dirigidas a los discípulos del Mahāyāna, psicológica e intelectualmente preparados ya para recibirlas. Se podría argüir que la actitud antiespeculativa y pragmática, el realismo, el ideal del Arhant, el Nirvāna inmediato, la concepción del Buda histórico, propios del Hīnayāna, son inconciliables con el auge filosófico y metafísico, el idealismo, el ideal del Bodhisattva, la postergación ad infinitum del Nirvāna, la concepción del Buda eterno, propios del Mahāyāna.

La conclusión que se podría sacar de las anteriores ideas, si éstas son aceptadas, es que Buda enseñó diversas doctrinas, que reveló diversos caminos salvíficos, que su enseñanza varió y se transformó con el transcurso del tiempo, que El desechó ideas que había presentado antes como verdaderas para reemplazarlas por otras que ahora consideraba como la expresión de la Verdad. Buda dejaba de ser el Maestro infalible y certero que había encontrado la Verdad y la había revelado, y se convertía en un hombre que había creído encontrar la Verdad y se había equivocado y había tenido que rectificarse, creando errores y confusión entre sus seguidores.

Para destruir estas ideas y las conclusiones que de ellas se podría sacar, los pensadores budistas recurrieron a una hermenéutica sutil e ingeniosa, que dividía los textos de Buda o atribuidos a Buda en dos grandes categorías: 1) textos nītārtha o sea textos de sentido claro, definido, bien establecido, el cual se presenta de inmediato a la mente y como tal debe ser aceptado, y 2) textos neyārtha o sea textos cuyo sentido verdadero debe ser buscado y establecido de acuerdo con las normas de una sana y sólida interpretación.23 Podríamos decir que son textos esotéricos que, en una primera lectura, dicen algo a la persona no preparada que los recibe, y dicen algo muy diferente a la persona preparada que llega a ellos.

Los textos del Mahāyāna están dirigidos a discípulos psicológica e intelectualmente capacitados para recibir el mensaje completo, auténtico y definitivo de Buda; contienen la totalidad de las doctrinas que constituyen ese mensaje; deben ser tomados en lo que en forma directa e inmediata expresan. Los textos del Mahāyāna son textos nītārtha, porque deben ser tomados en el sentido que en forma directa e inmediata expresan.

Los textos del Hīnayāna están dirigidos a discípulos aún no capacitados psicológica e intelectualmente para recibir el mensaje completo, auténtico y definitivo de Buda; si todas las doctrinas que constituyen ese mensaje les fueran transmitidas en ese momento de su desarrollo psicológico e intelectual, se asustarían, se escandalizarían, y las rechazarían; y así no podrían ingresar en el camino salvífico preconizado por el Budismo y llegar a la perfección espiritual, a la Liberación. Para evitar tales consecuencias, Buda les predica a esos discípulos sólo algunas de las doctrinas que constituyen su mensaje; estas doctrinas, al estar separadas de las otras doctrinas que también lo constituyen, tendrán un determinado sentido, expresarán solamente un aspecto o una parte de la Verdad —el sentido, el aspecto o la parte que están al alcance de sus discípulos. Estas doctrinas, así entendidas, aunque presenten en forma incompleta el mensaje de Buda, serán suficientes para inducirlos a ingresar en el camino de salvación. Cuando sus discípulos se hayan capacitado psicológica e intelectualmente, podrán recibir las otras doctrinas que no les fueran aún transmitidas; e, interpretadas a la luz de éstas, las primeras doctrinas tomarán otro sentido y se integrarán en al visión completa, auténtica y definitiva de Doctrina de Buda. Los textos del Hīnayāna son textos neyārtha, porque el sentido que en forma directa e inmediata expresan es un sentido provisional que a su debido tiempo será reemplazado por otro más amplio.

“Un Único Vehículo”

Establecido así que no existe contraposición entre las enseñanzas proporcionadas por Buda en los primeros años de su prédica y aquellas proporcionadas en los últimos y que la gradualidad con que esas enseñanzas han sido impartidas no significa discrepancia entre ellas, es lícito decir que Buda enseñó un Solo Vehículo, un Unico Vehículo (ekayāna), un solo y único camino salvífico.

Tola y Dragonetti

Notas al pie

1 Véase el artículo de F. Tola y C. Dragonetti “Fecha del Parinirvāṇa de Buda”, en Revista de Estudios liudistas RKB núm. 7, México-Buenos Aires, 1994.

2 Sobre el Sánscrito Budista Híbrido véase F. Edgerton, “La naturaleza del Sánscrito Budista Híbrido”, en Revista de Estudios Budistas RKB níim. 10, México-Buenos Aires, 1995 y F. Tola y C. Dragonetti, “On translating into Spanish the Saddharmapundarlkasutra”, en Aspects of Buddhist Sanskrit, Sarnath, Central Institute of Higher Tibetan Studies, 1993, pp.483-509.

3 Cf. Akira Yuyama, A Bibliography of the Sanskrit lexts of the Saddhamiapuṇḍarīkasūtra, Canberra, Australian University Press, 1970.

4 Editado por Lokesh Chandra, Tokyo, The Reiyukai, 1977.

5 Cf. Hajime Nakamura, Indian Buddhism, A Survey with Bibliographical Notes, Delhi, Motilal Banarsidass, 1987, p.190.

6 Cf. E. Zürchcr, The BuddhLsl Conquesl of China, Leiden, E. Brill, 1972, Vol. I (Text), p.23.

7 Cf. P.Ch. Bagchi, Le Canon Bouddhiqueen Chine, París, P. Geuthner, 1927, Vol. I, pp. 178-200 y Kenneth Ch’en, Buddhism in China, Princeton, Princeton University Press, 1973, pp.81-88.

8 Véase en M.W. De Visser, Ancient Buddhism in Japan, Leiden, E.J. Brill, 1935, Vol. II, pp.617-622, un estudio detallado de los comentarios que se escribieron en China sobre el Sūtra del Loto y el artículo de Kanno Hiroshi, “An Overview of Research on Chinese Commentaries of the Lotus Sūtra”, en Acta Asiática 66 (1994), pp.87-103.

9 Existe traducción inglesa por Young-ho Kim, Tao-sheng’s Commenlaiy on the Lotus Sūtra, Albany, State University of New York Press, 1990. El texto original no se encuentra en el Taishō; está incluido en el Dainihon Zokuzōkyō, nueva edición, núm. 577 (vol. 27).

10 Sobre Chih-i véase L. Hurvitz, Chih-l (538-597), Bruxelles, Instituí Belge des Hautes Études Chinoises, 1980.

11 Buddhism in Chínese Histmy, Stanford, Stanford University Press, 1974, pp.79-80.

12 Cf. David L. Snellgrove, Indo-Tibelan Ihiddhism, London, Serindia Publications, 1987, pp.381-386.

13 Edición crítica de Zuiryo Nakamura en Hokke-Bunka Kenkyū (Tokyo), núms. 2 (1976) y ss.

14 Cf. Akira Yuyama, op.cii. en n. 3, p.74.

15 Cf. Akira Yuyama, op.cit. en n. 3, pp.74-75, y, sobre los Tanguts, Lost Empire of the Silk Road, edited by Mikhail Piotrovsky, Milano, Elemond Editori Associati and Fondazione Thyssen-Bornemisza, 1993.

16 Cf. The World of Buddhism, edited by H. Bechert and R. Gomfrrich, London, Thames and Hudson, 1984, p.212.

17 Véase sobre este tema en Revista de Estudios Budistas REB núm. 1, México-Buenos Aires, 1991, el artículo de Isamu Kanaji, “Tres etapas en la aceptación del Budismo por el Príncipe Shōtoku”, además de la obra citada en la nota anterior.

18 Véase el artículo y la obra citada en las dos notas anteriores y además en Revista de Estudios Budistas REB núm. 9, México-Buenos Aires, 1995, el artículo de Hajime Nakamura, “El significado de ‘armonía’ en el pensamiento budista”.

19 Véase en la obra de De Visser citada en la n. 8, pp.622-625, un estudio de los comentarios del Sūtra del Loto compuestos por autores japoneses.

20 Mahāprajñāpāramilāshāslra (Le trailé de la Grande Vertu de Sagesse), traducción de É. Lamotte, Vol. I, pp.541-542, Louvain, Institut Orientaliste, 1949.

21 Cf. Guy Richard Welbon, The Buddhist Nirvāna and ils Western Inlerpreters, Chicago, The University of Chicago Press, 1968, y Carmen Dragonetti, “E1 Nirvāna”, en Yoga y Mistica de la India, Buenos Aires, Kier, 1978, pp.122-128.

22 Sobre el tema tratado en esta sección, cf la obra de L. Hurvitz, Chih-I, citada en la n. 10, pp.237-239.

23 Véase Buddhisl bhnmneuiics editado por Donald S. López, Jr., Honolulú, University of Hawaii Press, 1992. En esta obra se encuentra la traducción inglesa del artículo fundamental de E. Lamotte, publicado por primera vez en francés en el Annuaire de VInslilul de Philologie el d’Histoire Orientale et Slave, Vol. 9, Bruxelles, 1949, pp.341-361, con el título “La critique d’interpretation dans le bouddhisme”. La traducción inglesa de Sara Boin-Webb fue publicada por primera vez en Buddhist Sludies Review 2, London, 1985, pp.4-24.

miércoles, 11 de junio de 2025

La Controversia el Gohonzon por internet (Mark Williams)

TECHNO – RITUALIZACION LA CONTROVERSIA SOBRE EL GOHONZON EN LA INTERNET MARK WILLIAMS

El Internet está transformando la manera que la gente hace religión. Este ensayo explora el uso techno-ritual del Internet por el movimiento independiente de budistas de Nichiren americano. Los independientes americanos son sobre todo ex miembros de dos organizaciones que trazan sus orígenes hasta Nichiren Daishonin (1222-82):

La Nichiren Shoshu y la Soka Gakkai (SGI-USA) internacional. Como otros nuevos movimientos religiosos en América que surgen a partir de los años 60, la Nichiren Shoshu y la SGI-USA, mientras atraen a muchos miembros, también han sufrido altos índices de desgaste. Algo de este agotamiento fue originado por los miembros que se les unieron temporalmente; experimentaron con el Budismo de Nichiren antes de moverse hacia algo nuevo. Pero otros eligieron dejar el Budismo organizado de Nichiren para continuar sus prácticas religiosas de manera privada.

De hecho, algunos estudios han sugerido que los budistas independientemente creyentes en Nichiren pueden en sobremanera exceder hoy en número a los budistas de las sectas Norteamericanas de Nichiren. Particularmente, muchos independientes dejaron las organizaciones del budismo de Nichiren después de la “guerra del templo” que condujo a la fractura virulenta entre la Nichiren Shoshu y la SGI en 1991.

La guerra comenzó por el Gohonzon, el “objeto fundamental de respecto o devoción”, este es fundamental para rendir culto en los budista de Nichiren. El Gohonzon es un mándala, un pergamino con caligrafías que representan simbólicamente el reino del Buda eterno Shakyamuni quien revelo el Sutra del loto. Escrito en chino y Sanskrito con el daimoku, el título del Sutra del loto (Hokke-kyo) en el centro, Nichiren personalmente inscribió muchas copias desde 1271 hasta 1282 para ayudar a sus más fieles discípulos en la práctica. Sin embargo, para la tradición de la Nichiren Shoshu, uno de éstos, inscrito el 12 de octubre de 1279, es considerado como el único “objeto verdadero de devoción.”

Llamado el Dai Gohonzon (o “Gran Gohonzon”), él está consagrado actualmente en su templo principal, Taiseki-ji. Según doctrina de la escuela de Fuji, Nichiren, como buda viviente, creó el Dai Gohonzon para salvar a la humanidad durante la era oscura del último día de la ley (mappô). Como un sacerdote de la Nichiren Shoshu lo describe: “uno se transforma en un Buda con la práctica de esta [Gran] ley establecida en el Dai Gohonzon.”

La disputa sobre el Gohonzon comenzó en febrero de 1989 cuando el 67 sumo prelado, Abe Nikken, aumentó las cuotas obligatorias para venerar el Dai Gohonzon y para las copias oficiales usadas en el altar de los hogares. Esto condujo a protestas conducidas por Daisaku Ikeda, el carismático líder de la SGI, sobre lo que él consideraba eran severas políticas del sacerdocio. La crisis llego el 5 de marzo de 1991, cuando Abe formalmente le quitó la oficina a Ikeda y, antes del 29 de noviembre de 1991, había excomulgado a todos los miembros del SGI. Después de eso, los miembros del SGI no podrían peregrinar más al Taiseki-ji para realizar la liturgia, ni podrían recibir de los sacerdotes oficialmente “la apertura de los ojos” y las copias del Dai Gohonzon para sus altares caseros.

Desde el 7 de septiembre de 1993, la SGI ha tenido que tener su propio Gohonzon reimpreso de una copia transcrita en 1720 por Nichikan, el vigésimo sexto sumo prelado. A medida que la guerra del templo continuaba cada lado culpaba al otro de desviar el Budismo de Nichiren, muchos creyentes decidieron dejar ambas organizaciones y se transformaron en practicantes independientes.

¿Qué hace al Gohonzon tan importante? Nichiren es una figura dominante en la historia budista japonesa. Nació como el hijo de un empobrecido pescador, Nichiren se incorporó a la orden budista de la escuela Tendai, sólo para abandonarla en 1253, a la edad de 32 cuando él descubrió una forma simplificada de la doctrina budista y de práctica centradas en el Sutra del Loto. Nichiren se vio como un maestro iluminado que podría liberar a las personas durante la época de la degeneración de la ley (mappô), una época en que las antiguas enseñanzas del Buda histórico Shakyamuni no eran más espiritualmente eficaces, creyendo que esta era había comenzado en 1051. Nichiren era polémico. Aunque compartió la fe del Mahayana de que todos los seres tienen la naturaleza de Buda, él acentuó una fe exclusiva en el Sutra del loto, la esencia de la cual fue la iluminación suprema del Buda.

Las claves de Nichiren para la salvación espiritual son las tres grandes leyes secretas (sandai hiho) esas leyes él las descubrió ocultas en ese sutra. La primera es el Gran santuario (kaikan) del Budismo verdadero que él profetizo sería construido durante el período del mappo. La segunda es el daimoku o el “título” del Sutra del loto, Nam myoho renge kyo. La “ley mística” (myoho) se refiere a la ley universal de la causa y del efecto que es una fuerza creativa dentro de la vida humana. La “flor del loto” (renge) simboliza la suprema iluminación que es la unidad pura subyacente todas las cosas. Nichiren ofreció este mantra simple para que cada uno practique.

A través de entonar este mantra, la gente podría unirse con la ley universal de la causa y del efecto y de tal modo cambiar su karma de una forma espiritualmente beneficiosas. La tercera ley secreta es el mandala o el Gohonzon que Nichiren inscribió para sus discípulos ya que era su deseo de conducirlos a la iluminación. Causton explica que el Gohonzon es importante porque representa simbólicamente la iluminación suprema del estado ideal. No es algún dios o talismán mágico que concede deseos: simplemente es un objeto que revela desde lo más profundo dentro de nosotros nuestra naturaleza de Buda.”

No obstante, es importante porque es como una iluminación no teniendo ninguna otra motivación que traer felicidad a todos, Nichiren ofreció este Gohonzon como una vía para la salvación universal.

El Gohonzon por lo tanto, no es solo un símbolo, sino que esta imbuido con el espíritu iluminado de Nichiren. El Gohonzon se compara a menudo a un “espejo limpio… el cual refleja perfectamente el estado de Budeidad inherente en la vida, y el cuál podría entonces permitir a todas las personas, sin importar sus circunstancias, o capacidad, de extraer y de manifestar esta naturaleza de Buda que está dentro de ellas.” Como tal, hay una cualidad mística en la entonación del mantra ante el Gohonzon. Una “práctica asidua” (gongyo) forma un puente de sonido y vibración fusionándose juntos el sujeto y el objeto sintonizando de esta manera la vida a la ley del universo y a la naturaleza de Buda inherente de los que entonan (el daimoku).

No es de sorprenderse, luego, que el Gohonzon sea “sencillamente el más importante objeto” en la práctica del budista de Nichiren. Los sacerdotes de la Nichiren Shoshu y la organización de la SGI dan copias a los nuevos miembros, que los entronizan en su altar casero. La fe significa la creencia en el Gohonzon como vehículo de la salvación. La práctica significa cantar (el daimoku) regularmente ante el Gohonzon en su altar casero por la salud, por beneficios materiales, psicológicos y físicos, iluminación, así como por la paz del mundo.

Un vocero de la SGI me dijo que “el Gohonzon es importante para ellos porque proporciona un foco para su energía y la determinación para el cambio y la acción. Es una representación de un estado iluminado de la vida, con todas las funciones del universo colocadas donde cada uno crea más valor. Hay una fusión definida de nuestra fuerza y energía de la vida con el Gohonzon cuando estamos cantando ante él. Es una sensación muy poderosa que experimentamos como un objeto sagrado que expresa la última verdad de la iluminación y la devoción a Nichiren”.

Tropecé con este asunto hace dos años cuando un amigo de la SGI visitó mi clase de religiones japonesa. Él explicaba a mis estudiantes que, como objeto sagrado de devoción, el Gohonzon nunca es expuesto públicamente cuando una de mis estudiantes lo interrumpió, diciendo que ella había visto un Gohonzon en el Internet. Con bastante seguridad, ella nos entrego una fotocopia de lo que había encontrado, un “Gohonzon de oración” descargado de un movimiento independiente americano en el Website de Don Ross llamado Nichiren’s Coffeehouse.

Cuando mi amigo de la SGI vio este Gohonzon de internet, él no estaba muy feliz. Él rápidamente nos dijo que pensaba que eso era “sacrilegio” porque el Gohonzon es demasiado sagrado para ser exhibido de esa manera. Para mí, fue una valiosa lección del poder de Internet para transformar las nuevas prácticas religiosas radicalmente, y, de hecho, una vía controversial. Pronto descubrí varios otros sitios independientes en la Web que exhibían Gohonzon en sus páginas. Un ejemplo es Yahoo! Groups GohonzonInfo, una página que describe su propósito como “Distribución de información sobre Nichiren Daishônin de una manera no-sectaria.”

Archiva cientos veintiocho Gohonzon existentes que Nichiren inscribió personalmente para sus discípulos. Distribuye los Gohonzon de manera descargable en alta resolución en imagen de 1200 dpi. Lo que tienen todos que hacer es encontrar el Gohonzon que “les hable.” Otro Web site independiente que ofrece un servicio similar es el de Gerald Aitken, “Practica independiente del Budismo de Nichiren Daishonin” y otros grupos de América.

Una parte dominante del sitio es su “proyecto de renovación de Gohonzon,” una colección de Gohonzon digitalizados disponible en archivos zip para descargar en un formato de impresión de alta calidad. Los web Site como el proyecto de renovación del Gohonzon, GohonzonInfo, y Nichiren’s coffeehouse.net usan el Internet para desafiar la autoridad exclusiva de los sectas budistas de Nichiren al distribuir de manera gratuita el Gohonzon.

De hecho, los independientes no ven ninguna necesidad de algún intermediario institucional entre Gohonzon de Nichiren y el devoto potencial. Aitken, por ejemplo, expresa que su site, “lo conecta a todo lo que usted necesita para practicar el Budismo de Nichiren Daishonin por usted mismo….” Usted puede obtener no sólo un Gohonzon, también puede obtener los escritos de Nichiren (Gosho), una traducción del gongyo, y una página de enlaces para entrar en contacto con otros budistas independientes de Nichiren.

Otro independiente, Greg Dilley, discute en GohonzonInfo que particularmente “desde que cada organización o secta demanda a sus miembros lealtad exclusiva antes de que le concedan su Gohonzon a alguien, uno puede desear muy bien tener un Gohonzon “libre de influencias” y sin tener que satisfacer algún otro requisito de lealtad”.

Osados comentarios como esos han causado una enorme controversia dentro del mundo budista de Nichiren. Cómo el mencionado polémico Yahoo! Groups Gohonzon Forum home page. El foro ofrece una discusión supervisada “de teología y de teoría, información sobre cómo recibir diverso Gohonzon y las experiencias relacionadas con la aceptación y las transferencias de Gohonzon.” Si en los mensajes “posteados” no pueden “conducirse con cortesía y respecto,” ofrecen un link a su foro hermano llamado “la Guerra de Gohonzon.”

Esto conduce a dos preguntas importantes. ¿Primero, por qué la Nichiren Shoshu y la SGI encuentran que Gohonzon en Internet es un sacrilegio? ¿En segundo lugar, por qué los independientes americanos hacen tan grandes esfuerzos para proporcionar las imágenes en alta resolución para que cualquier persona pueda bajarlas para sus altares caseros? ¿Qué significa para Greg Dilley eso que el Gohonzon digital lo hace a uno “libre de influencias”? Contestar a estas preguntas es importante para entender la guerra actual de Gohonzon en Internet. Mi tesis es que lo que divide a los independientes de los budistas institucionales de Nichiren es una distinta comprensión de cómo la tecnología se puede utilizar ritualmente.

Los budistas de las Sectas Nichiren creen que los “rituales oficiales” administrados por la institución son esenciales para transmitir la “verdad” en vez de los Gohonzon “falsificado” de internet. Los independientes americanos, por el contrario, ven en el Internet lo último en medios techno-ritualistas para satisfacer el dictamen de Nichiren de “practicar para otros” (kosen-rufu). Distribuyendo las imágenes de Gohonzon electrónicamente, utilizan el Ciberespacio como un “Medio Hábil” para alcanzar la meta compasiva de Nichiren de la salvación universal. La descarga digital, en vez de la transcripción personal, en imprentas, o fotocopias, se convierte en lo último en tecnología para entregar la iluminación a toda la humanidad.

LA REPRODUCCIÓN DIGITAL COMO UNA PÉRDIDA DEL "AURA".

El Gohonzon de Internet es una preocupación para la Nichiren Shoshu y la SGI. Como Lorne Dawson apunta, una “preocupación para las organizaciones religiosas es la pérdida relativa del control sobre los materiales religiosos… El medio es también demasiado fluido y disperso para permitir un control completo, a través de las cortes o de otras vías… Esto abre nuevas oportunidades para ambos la exposición y la manipulación de secretos guardados, o crear un competente sistemas sincrético.” La relativización y democratización del efecto computador-mediático-comunicacional es especialmente preocupante para las religiones con una autoridad centralizada fuerte.

¿Qué pueden hacer la Nichiren Shoshu y la SGI para prevenir que los independientes reproduzcan imágenes en el Internet? El poder de Internet para circular imágenes, según Brenda Basher: “simultáneamente crea la diversidad religiosa a excepcionalmente accesible y amenaza a su vez con minar el valor de personas originales y únicas, lugares y las cosas asociadas a religiones”.

Ambas, la SGI y la Nichiren Shoshu, condenan la exhibición virtual en línea del Gohonzon. Por ejemplo, un sitio no oficial de la Nichiren Shoshu “postea” un mensaje de una conferencia del Rev. Shoshin Kawabe (un sacerdote del Myogyoji, oeste de Chicago) sobre el “cuidado y la entronización del Gohonzon.” En su charla, el Rev. Kawabe observa que, como objeto sagrado de devoción, el Gohonzon amerita un cuidado especial:

“No debemos escatimar nuestros esfuerzos de mantener el Gohonzon en buenas condiciones. Por ejemplo, debemos tener cuidados de no salpicar con cera o agua el Gohonzon. Escribir o pintar sobre el Gohonzon está absolutamente prohibido. Debemos también tener precaución de prevenir cualquier accidente causado por niños o animales domésticos. El Gohonzon no se debe exponer a la luz directa del sol. A menos que usted esté conduciendo el Gongyo, entonando Daimoku o limpiando el altar las puertas del altar se deben cerrar para proteger el Gohonzon. Además, se prohíbe firmemente las conductas siguientes: bosquejar o pintar y (hacer imagen del Gohonzon), fotografiar el Gohonzon, video grabar el Gohonzon, y fotocopiar el Gohonzon.”

La misma posición al respecto también se indica en los sitios oficiales de la SGI. Como “Soka Spirit”, un sitio cuyo propósito es “educar a la gente sobre las enseñanzas de Nichiren Daishonin,” muestra un “artículo del mes” por Dave Baldschun (Departamento de Estudio de SGI-USA) titulado:

“Son todos los Gohonzon iguales?”

En ese artículo, Baldschun argumenta lo siguiente:

“En nuestra época cuando las copias de Gohonzon, algo inscrito de la propia mano de Nichiren Daishonin, está disponible sobre un mostrador o desde el Internet, estos ejemplos ofrecen una lección valiosa. Aun cuando un Gohonzon es un Gohonzon, la fuente es importante. Debemos ser cuidadosos de ésos Gohonzon que se ofrecen y de la enseñanza sin guía del Budismo de Nichiren pero hay quiénes, de hecho, están propagando puntos de vistas que desvían las enseñanzas del Daishonin. En una carta al sacerdote laico Ichinosawa, los estados del Daishonin, (sic) “si la fuente es fangosa, la corriente no fluirá claramente…”

La SGI ha ido más lejos aclarando su posición en un memo del 30 de abril de 2001 titulado “La Distribución de Gohonzon.” Este documento menciona la distribución por Internet como perjudicial al espíritu verdadero de las enseñanzas de Nichiren propagadas por la SGI. Recibir tal Gohonzon “solamente crearía confusión y la discordia dentro de la comunidad de creyentes de la SGI y puede servir para minar su fe y la de otros”. La SGI afirma la política “de conferir el Gohonzon solamente haciéndolo dentro de la SGI, la institución correcta para los creyentes que mantienen la enseñanza del Daishonin hoy. No apoyamos ni aprobamos la distribución, recibir, o la reproducción de cualquier Gohonzon de cualquier otra manera.”

En verdad a su palabra, la SGI USA y la Nichiren Shoshu no suben Gohonzon en su Web site oficial. En el caso de la SGI, el área de nuevos miembros exhibe un altar virtual para los propósitos informativos solamente. La página muestra una imagen animada de un dibujo a color de un altar estilizado con sus puertas cerradas. Cuando usted hace “click” sobre las puertas, se abren. Pero lo que es visible es un pergamino vacio, no una reproducción del objeto sagrado de devoción.

Incluso en la “sección de biblioteca” del mismo sitio, el Gohonzon no se exhibe. Hay solamente un diagrama esquemático del Gohonzon de Nichikan (Gohonzon particular del SGI), descrito como el “mapa del tesoro de la vida.” Sin embargo, este diagrama es solamente un diagrama esquemático sin la caligrafía de Nichiren. Es un sistema de cajas vacías junto con una clave que da una traducción inglesa y los equivalentes de romanizados del contenido de del pergamino.

El iconoclasismo de la SGI en Internet se extiende también a los miembros y seguidores. Según mi investigación en un capítulo de la SGI en Ottawa, Canadá, más del 73.5% de los entrevistados tiene una opinión negativa sobre exhibir el Gohonzon en Internet. Varios encuestados pensaron que el Gohonzon en línea era “obsceno,” “un sacrilegio,” o “irrespetuoso.” Por ejemplo, uno comentó: “El Gohonzon no es un objeto para quedarse embelesado sino para la oración respetuosa”. Otros objetaron: “allí (en internet) simplemente no es el lugar para un Gohonzon en línea. Lo correcto es que debe ser colocado dentro de un butsudan físico, y que permanezca allí. No hay preguntas sobre eso y quisiéramos saber quiénes son estas personas que hacen tales actos absurdos por propio albedrio.”

Interesante además son las razones de los miembros de la Nichiren Shoshu y de la SGI porqué creen inadecuado un Gohonzon otorgado por internet. Algunos lo ven como degradar o devaluar el Gohonzon. Temen que, si el Gohonzon se reproduce en la red, se convierta en una trivialidad, perdiendo su valor religioso por estar separado de su “fuente.” Tal temor se observa en un mensaje reciente en Esangha, un portal importante de Budismo que presenta en el foro un chat sobre Budismo de Nichiren. Mark, un miembro laico de la Nichiren Shoshu comenta: “Desapruebo los Gohonzon bajados de Internet. Es tan malo como las tiendas en Japón que venden Gohonzon. No pasa de ser comercialización barata del objeto verdadero de devoción. Obtenerlo de la misma red que tiene hotels.com o e-pornography “disminuye su nivel de pureza” puesto que el Gohonzon es “la fuente más profunda de inspiración y de dirección espiritual”. O, como menciono uno de mis entrevistados que se suma a lo mencionado arriba: “Pienso tenerlo destellando en una pantalla como una imagen ordinaria que usted puede apagar u hojear es absolutamente irrespetuoso.”

Otra razón de tal temor, es que está abierto a todo el mundo, que no tiene supervisión y sin guía, lo que se abre a malas interpretaciones. Según la perspectiva Budistica de la SGI, tratar el Gohonzon con falta de respeto podría tener un efecto kármico negativo en el espectador ignorante. Por lo tanto, permitir que cualquier persona mire el Gohonzon sin la guía apropiada es espiritualmente peligroso. Solamente con la práctica apropiada y la enseñada de un responsable de la SGI, puede el devoto darse cuenta del beneficioso potencial kármico de cantar. Como un entrevistado en mi investigación concluyó:

“El Gohonzon fue inscrito con el fin de permitir a cada persona ser feliz y estar satisfecho. Representa la esencia de la vida, merece ser tratado con respecto. Degradar el Gohonzon es degradar toda la vida. Eso sería una consecuencia muy desafortunada para alguien…”

Una tercera razón es que el Internet no es el “lugar” apropiado para exhibir un Gohonzon. Internet es un espacio utópico que acentúa el valor de ningún lugar. Los miembros de la SGI consideran que el Gohonzon tiene su propio lugar sagrado especial que une íntimamente al hogar, a la familia, y en particular a la comunidad de la SGI. Nunca debe ser entronizado en algún lugar del Ciberespacio en donde puede ser accesado por cualquier persona a toda hora bajo cualquier condición. Esto no es bueno porque el “lugar de su Gohonzon en su hogar se convierte en sacrosanto.”

Un entrevistado en la investigación observa que, aunque el Gohonzon es un “objeto” de devoción y no una persona, el Gohonzon virtual lo deshumaniza también demasiado: “Siento que la presencia material en nuestro hogar es profundamente significativa. Se parece a tener una “vida” en nuestro hogar que es cálida y llena de belleza. Es nuestro “objeto de devoción familiar”. Otro interviene observando que la diferencia importante podría ser comparada a tener una conversación con un amigo cara a cara a enviarle el email. Por supuesto, si usted comparte información personal importante es mejor hablar cara a cara.

Así pues, pienso que es mejor para nosotros cantar ante un Gohonzon real.” Es decir el aura sagrada del Gohonzon, su “vida” para el devoto, se ata a su presencia física dentro del hogar y de la familia que lo devociona; para estos miembros de la SGI, el Internet es un espacio frío, impersonal, público que deshumaniza el Gohonzon, haciéndolo distante al espectador. No tiene ninguna conexión personal y sin ningún potencial de fundirse subjetivamente con el devoto, a menos que “viva” en un butsudan familiar.

Esto conduce a la razón final por la que los budistas de las sectas de Nichiren citan a menudo por qué el Gohonzon en línea es inadecuado. Está fuera de la línea legítima del grupo de transmisión. El correcto “linaje” significa que el miembro ha recibido el Gohonzon de la autoridad religiosa designada, en el caso de la Nichiren Shoshu, el sacerdote del templo o, en el caso de la SGI-USA, de la dirección laica de la organización. Un entrevistado en la investigación observa: “Parte de la práctica es para recibir un Gohonzon por la organización, casi como una travesía en el ritual. Esta exhibición [en el Internet] desalienta esto y también no incluye cualquier otro de los aspectos importantes de la práctica.”

Este análisis razonado contra la exhibición pública del Gohonzon señala el papel vital de la tradición – el arraigo institucional, el ritual, y arraigo social del Gohonzon - para legitimar su poder sagrado y la autoridad en la vida de los practicantes. Este punto de concordancia entre la Nichiren Shoshu y la SGI a menudo no se le ha hecho caso debido al amargo conflicto entre las dos organizaciones. La antipatía de ambos grupos hacia el Gohonzon de Internet refleja las ideas que Walter Benjamin desarrolla en su clásico ensayo: “Las Obras de Artes en la Era de la Reproducción Mecánica” (1955). 

Benjamin argumenta que la reproducción mecánica de imágenes por litografía, fotografía, y el cine contemporáneo transforma la experiencia de una obra de arte. Estos medios son de gran alcance porque crean mágicamente una semejanza de un objeto distante de su posición original en espacio y el tiempo de donde tiene su propia existencia única. La tecnología lo hace circular libremente de modo que cualquier persona pueda apreciarlo.

Una fotografía del Dai Gohonzon, por ejemplo, lo libera de su santuario del templo en Taisekiji donde solamente los sacerdotes y los peregrinos pueden verlo. La imagen puede entonces viajar vía Internet a América en donde los estudiantes en una clase de religiones japonesa pueden verla en sus pantallas de computadora. El profesor puede reproducirlo una y otra vez, descargando esa imagen para utilizarla como parte de una pregunta de examen. Mientras que la tecnología del Internet libera imágenes para acercarla a los consumidores contemporáneos, la reproducción carece siempre de esa cualidad esencial de la original, esa cualidad de presencia: “La autenticidad de una cosa es la esencia de todo lo que sea transmisible de su principio, extendiéndose su duración substantiva en su testimonio en la historia que ha experimentado.”

Benjamin menciona que la demanda del consumidor para acercar los objetos para dibujarlos, “distancia el objeto reproducido del dominio de la tradición,” separándolo de su sitio particular, de los contextos históricos, culturales, y religiosos específicos que le dieron su significado y valores particulares. La consecuencia de la reproducción mecánica, por lo tanto, es “la liquidación de la tradición” - la pérdida de lo que llama Benjamin el “aura” del objeto.

En el caso del Dai Gohonzon, la liquidación de la tradición ocurre si, por ejemplo, un estudiante decide descargarlo y poner la copia en la pared de su dormitorio porque ella piensa “que se ve bien” o trae una copia a la clase para demostrar lo que dice. Esto es exactamente lo que temen los budistas sectarios de Nichiren. Refleja qué lo Lorne Dawson ha teorizado como “el cambio desde el mundo fuera de línea al mundo en línea” esto resulta en “dos consecuencias sociales muy importantes de la Internet: una crisis de autoridad y una crisis de la autenticidad.”

RITUALMENTE ENMARCANDO EL “AURA” - RITOS DE INSTITUCIÓN PARA EL GOHONZON

El rechazo del Budismo institucional de Nichiren del Gohonzon de Internet se basa en la premisa teológica que el ritual en la vida real es esencial para inculcar el aura del Gohonzon. Fue Walter Benjamin el que también observó la fuerza del ritual para crear el aura, muy a menudo, una obra de arte antigua es también un objeto sagrado: “Los trabajos de arte más antiguos se originaron en el servicio a un ritual – primero para lo mágico, luego para la clase religiosa. Es significativo que la existencia de las obras de artes en referencia a sus auras nunca estan separadas enteramente de su función ritual. Es decir, el valor único de una obra de arte “auténtica” tiene su base en el ritual, la localización de su valor original de uso.”

A pesar de sus diferencias, la Nichiren Shoshu y la SGI ambas concuerdan que el Gohonzon nunca se debe exhibir en público como un objeto de arte. Ambas también concuerdan que el aura del Gohonzon se origina, en parte, de las condiciones institucionales de su producción y recepción. A este respecto la Nichiren Shoshu y la SGI comparten una fe común con lo que Pierre Bourdieu llamo “ritos de institución” que pueden generar esta aura - las prácticas rituales simbólicamente fuertes de sus organizaciones “actúan sobre la realidad actuando en su representación.” Tales ritos esenciales tienen una “magia social” que perfila un nivel social básico de forma inequívoca para que se reconozcan entre los que son miembros y quienes no son.

Los ritos de institución consagran esta diferencia y le asigna características de una naturaleza social. Como ejemplo, Pierre Bourdieu ve la circuncisión como ejemplo típico de un rito de institución. El acto se divide obviamente en antes y después – Niños circuncisos de uno no circuncidados - pero, simultáneamente, también las marcas ocultas crean las divisiones también, por ejemplo entre los sujetos circuncidados (muchachos y hombres) y los que no sean ( muchachas y mujeres). Es el rito el que consagra e instituye esta diferencia.

La Nichiren Shoshu y la SGI ambos utilizan el Gohonzon en sus “ritos de institución” para marcar los límites explícitos entre los que siguen las “enseñanzas verdaderas” y los que no lo hacen. Como hemos visto, fue un conflicto sobre la entrega del Gohonzon el que condujo al cisma en 1991. Después de que perdió el soporte clerical de la Nichiren Shoshu, la SGI fue forzada a crear nuevos ritos laicos centrados en “ritos de institución” para conferir del Gohonzon, arreglo del altar, mantenimiento, y de los procedimientos específicos para hacer gongyo. En todo caso, los ritos de la Nichiren Shoshu y de la SGI restringen el acceso al Gohonzon de tal modo que protegen su aura mientras van identificando quién es un potencial miembro.

En la Nichiren Shoshu, el sacerdocio preside sus “ritos de institución”. Su autoridad sacerdotal se basa sobre “herencia de la sangre” (kechimyaku) del sumo sacerdote que remonta su linaje directamente hasta uno de los primeros discípulos de Nichiren, Nikko Shonin. Es el sumo sacerdote quien controla lo más sagrado de lo sagrado, el Dai-Gohonzon en Taisekiji. Solamente el sumo sacerdote o sus sacerdotes oficialmente designados pueden conceder copias oficiales del original en una ceremonia especial el gojukai o ceremonia de la entrega. Está solamente es llevada a cabo después de realizar la ceremonia especial de “la apertura de los ojos” esas copias adquieren poder por la energía espiritual del Dai-Gohonzon, que fluye desde el Verdadero objeto devoción hacia los fieles.

Esta forma exclusivamente sacerdotal para el ritual de transmisión es crítica para el aura del Gohonzon y la autenticidad de la práctica religiosa de los laicos en la Nichiren Shoshu. El Rev. Shoshin Kawabe dejo esto en claro en sus conferencias sobre “La Entrega del Gohonzon.” Él menciona lo siguiente: ““Kechimyaku,” consiste en dos caracteres - “sangre” y “vena”. Mientras la sangre circula a través del cuerpo le da vida a las personas, la energía beneficiosa del Dai-Gohonzon fluye a través de los fieles.

El Legado al sumo sacerdote y el Gran santuario, son el corazón que bombea esa sangre a través de sus vasos sanguíneos, los sacerdotes, dentro de los vasos capilares, los creyentes laicos que reciben la energía espiritual en las copias del Gohonzon.” Kawabe menciona que los que niegan esta línea de la transmisión sacerdotal, son quienes dicen “Sé Budismo mejor que el sumo sacerdote” [...] Mis ideas son mejores que las ideas del Gohonzon. No seguiré las enseñanzas del Gohonzon.

Sin embargo el Gohonzon tiene que contestar a mis oraciones, tales personas no califican como fieles. Para ellos, ningún beneficio existe porque se han “distanciados” ellos mismos de “la savia vital” de la fe. Solamente a través de un sacerdote o un Gohonzon entregado directamente por el sumo sacerdote en Taisekji, quien su “venerable vida [...] es una con el Dai Gohonzon del Gran santuario del Budismo verdadero, está salvación es posible.”

La Nichiren Shoshu, por lo tanto, ve al Gohonzon adquirido por cualquier otra fuente como “falsificaciones blasfemas” porque el Dai-Gohonzon en Taiseki-ji es un icono verdadero que incorpora el espíritu de Nichiren y la realidad de la completa iluminación dentro de él. Tal visión asegura que los peregrinos laicos tengan una experiencia intensa del aura del Dai-Gohonzon en Taiseki-ji. Con el coferimiento sacerdotal del Gohonzon, las copias son autenticadas debido a su conexión directa con el Dai-Gohonzon.

Es el aura del Gohonzon eso que los sacerdotes “bombean” a los fiel como la vida que da la sangre y que a la vez se da a través del rito del gojukai. Pues Bourdieu sostendría, que este “rito de institución” es vital porque perfila los límites entre los miembros de la Nichiren Shoshu y los no miembros que pueden tener Gohonzon “falsificados”. Esto incluiría no sólo a la SGI, sino también a los independientes que utilizan el Gohonzon de Internet.

Después de la fractura con la Nichiren Shoshu, la SGI tuvo que desarrollar nuevos “ritos de institución” para definir a su vez sus propios límites distintivos como nuevo movimiento religioso (NRM). Cortando con el conferimiento sacerdotal del Gohonzon, la SGI comenzó a imprimir su propio Gohonzon en 1993. Este Gohonzon se conoce como el Gohonzon Nichikan, uno inscrito por el vigésimo sexto sumo sacerdote Nichikan en 1720 y concedido a la SGI por los sacerdotes reformistas de Joen-ji.

Mientras que la SGI no tiene ninguna jerarquía eclesiástica, aún tiene a Daisaku Ikeda al frente como el mentor y el maestro de los miembros con “jerarquía cuasi-clerical” a cargo de la distribución del Gohonzon. Desde la fractura, la SGI ha intentado activamente desacreditar los ritos de conferimiento sacerdotal de la Nichiren Shoshu alegando que no se ha encontrado en las escrituras. Por ejemplo, el documento de la SGI “Una perspectiva histórica en la transcripción del Gohonzon” menciona:

“El sacerdocio afirma actualmente que esa autoridad con respecto al Gohonzon descansa solamente con el sumo sacerdote. Alega que solamente el sumo sacerdote puede reproducir el Gohonzon para los creyentes, porque él solo puede realiza la ceremonia de la “apertura de los ojos” y de tal modo inyectar desde el Gohonzon la savia vital de la vida Iluminación del Daishonin que solamente él posee. Sin embargo, no existe en los Goshos ningún pasaje que apoye tales rituales esotéricos; el hecho de que los jefes de sacerdotes en los templos de la rama del Taisekiji han transcrito el Gohonzon también contradice totalmente este razonamiento.”

Todo lo que se puede encontrar en las escrituras es que, el “Daishonin otorgo el Gohonzon a cada creyente sincero de sus enseñanzas. Nunca fue su intención que fuera posesión de unos pocos. Nikko Shonin, transcribió también Gohonzon para los seguidores hasta el final de su vida - hasta que él estaba prácticamente demasiado débil para tomar su pincel de escritura. El objetivo en el corazón de las transcripciones, por lo tanto, es “estar de acuerdo con la propagación del kosen Rufu, para la salvación de toda la humanidad”. Con esta visión, los ritos y los métodos tradicionales de reproducción del Gohonzon y el conferimiento sacerdotal en el mejor de los casos se entienden como un “medio hábil”.

Ellos inventaron estos medios hábiles, “para mantener el delicado balance entre la maximización de la disponibilidad del Gohonzon para aquellos con una fe fuerte y y reducir a la vez al mínimo el peligro de confusión y desacato hacia este preciado objeto de devoción, como Nikko Shonin instruyo. La reproducción y la emisión del Gohonzon se deben manejar estrictamente por la comunidad de creyentes dedicados al kosen-rufu, basado en las enseñanzas de Daishonin y de Nikko Shonin.”

Esta cita sugiere que el principio más importante de la enseñanza de Nichiren con respecto al Gohonzon es el kosen-rufu. La SGI elabora cuatro puntos. El primero, la autoridad sacerdotal sobre la reproducción y la difusión de Gohonzon es solamente un “Medio Hábil,” una manera de promover la extensión de la fe de Nichiren a los creyentes sinceros y de asegurarse que el conferimiento de este sea realizada apropiada y respetuosamente.

Según Manual del templo, dice la SGI, “puesto que la Nichiren Shoshu rechaza conceder Gohonzon a los miembros profundamente fieles de la SGI, esto va contra el objetivo de Nichiren de salvar a toda la humanidad y están usando el Gohonzon como objeto para manipular y para intimidar a los creyentes.” En segundo lugar: “Nichiren no reconoció ninguna distinción en capacidad o fe entre los sacerdotes y los laicos, y su intención fundamental era animar a toda la gente que intenta sinceramente seguir su enseñanza.”

Como un líder del SGI lo explica:

“El propósito de la existencia del Gohonzon es servir a las personas - no lo contrario.

Nichiren enseñó la igualdad fundamental de todas las personas, y menciona, que el Buda es una persona común. En su escrito “el Verdadero aspecto de todos los fenómenos,” él indica categóricamente: “No debe haber discriminación entre los que propaguen los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo en el último día de la ley, sean ellos hombres o mujeres.” (WN, P. 385) La afirmación del sacerdocio de la Nichiren Shoshu de su superioridad sobre los creyentes laicos deja traslucir esta clara intención, y el uso del Gohonzon como un instrumento de autoridad es la expresión de esta distorsión, que fue la causa subyacente esencial de la fractura con el Soka Gakkai.”

Para entender la posición del la SGI aquí, es crucial captar su interpretación universalistica del kechimyaku. El significado de la herencia o “linaje” de la fe no está basada sobre el sacerdocio pasando sobre las enseñanzas de una manera exclusivista (y de ella hay que hacer notar que los registros de esta alegada transmisión están plagada con siglos de inconsistencias, lagunas importantes, y errores doctrinales serios). El linaje se basa en la comunidad de creyentes que mantienen la enseñanza correcta en un espíritu de muchos cuerpos pero una sola mente. Otra vez citando las escrituras de Nichiren “La herencia de la ley Suprema de la vida”:

“Todos los discípulos y creyentes de Nichiren deben invocar Nam Miojo Rengue Kio en unión (Itai Doshin), transcendiendo todas las diferencias que pueda haber entre ellos hasta llegar a ser inseparables como los peces y el agua en que nadan. Este lazo espiritual es la base para la transmisión universal de la Ley suprema de la vida y de la muerte. Aquí yace el verdadero objetivo de la propagación de Nichiren.”

Esto es crucial para el análisis, pues los discípulos unidos con una misma mente para cumplir el voto del Buda que hace valida la herencia y el despertar a la vida, el Gohonzon, de esta manera, se convierte en la “bandera de la propagación” que es el símbolo de esta unidad. Por lo tanto, no hay nada intrínsecamente mal si la SGI reproduce sus propias copias de Nichikan puesto que es una comunidad de creyentes unidos en devoción a las enseñanzas de Nichiren. El Gohonzon que distribuye se convierte en parte de sus “esfuerzos mundiales de informar a la gente sobre la fe y de promover respecto mutuo y entendimiento entre individuos y comunidades”.

En tercer lugar, el hecho es que los ritos sacerdotales y los procedimientos para propagar el gohonzon han cambiado con las necesidades del kosen-rufu. Mientras que transcribir gohonzon por parte de algunos discípulos puede haber sido apropiada en el tiempo de Nikko Shonin, los tiempos han cambiado. De ese tiempo hasta ahora: “el método de reproducir el Gohonzon ha cambiado según las condiciones sociales, tales como adelantos en el transporte, la comunicación, y las tecnologías de impresión -y, más importantemente- las condiciones y el progreso del movimiento del kosen-rufu”.

El propio estilo de la SGI de conferir en la forma de okatagi (bloque de madera, pero significa en realidad copias generalmente impresas) significa también un medio para alcanzar un número más grande de fieles para su salvación. Estas copias tienen la misma energía que la original debido a la sinceridad y la fe de los que canten (daimoku). La SGI menciona que la distribución de su Gohonzon es un acto compasivo que responde “al espíritu que buscan personas comunes en los últimos días de la ley.” Cuarto, Nichiren mismo inscribió el Gohonzon para cada uno “para poner el Gohonzon a disposición de todos los que intentan sinceramente practicar sus enseñanzas, permitiéndoles así establecer una felicidad indestructible con su fe y práctica.” La SGI, por lo tanto, es particularmente crítica de lo que llama la “doctrina insular de la herencia sacerdotal.”

Ejerciendo el control clerical sobre los seguidores laicos, el sacerdocio va contra la disposición de Nichiren a trabajar compasivamente para la felicidad de la humanidad avisando a los seguidores laicos de compartir su fe con otros (kosen rufu) libremente. La SGI considera que su propio esfuerzo proselitista mundial como el reemplazo a lo que ellos ven como ritos de institución exclusivos de la Nichiren Shoshu, porque evita que la gente de fe reciba el Gohonzon.

Todavía, la SGI aun insiste que “la reproducción y la emisión del Gohonzon se deben manejar terminantemente por la comunidad de creyentes.” Esta comunidad o sangha budista es establecida a través de los propios ritos de institución que la SGI tiene, ritos diseñados para inculcar el aura de su Gohonzon Nichikan a los nuevos miembros. El otorgamiento (del Gohonzon) se produce sólo después de un proceso complejo de iniciación de nueve pasos:

Tienes que ser mayor de dieciocho y llenar los formularios de membrecía y manejo del Gohonzon, tener un "buen amigo" como patrocinador que firma la solicitud, debe asistir a una reunión al mes, suscribirse al World Tribune, participar en un seminario para nuevos miembros, y deberá reunirse con los responsables de los capítulos y la sede, los responsables revisaran su solicitud para su aprobación final.

El aspirante recibe finalmente el Gohonzon sólo después de una ceremonia especial de otorgamiento cuando hace el compromiso "de cumplir con la guía de SGI y su relación con la práctica de la fe. "Esto significa que el nuevo miembro reconoce "cumplir con la guía de SGI y su relación con la práctica de la fe. Esto significa que el nuevo miembro reconoce "mantenerse fielmente a la guía de la SGI y al

Budismo del Daishonin ..." Como este otorgamiento ocurre dentro de la comunidad, la asegura “delicado balance” entre la distribución del Gohonzon disponible para la salvación y mantener el respeto hacia el como un objeto sagrado. Este proceso otorgamiento detallado también los límites entre los miembros iniciados de la SGI y los que no son.

Para la SGI, un Gohonzon "verdadero" es el que está en el centro de la práctica. Las Copias del Gohonzon al cual "oramos para cada día en nuestras casas, o en los centros comunitarios de la SGI están dotados con exactamente el mismo poder de la ley inherente en el Dai-Gohonzon". Ellos son lo mismo que el original, porque el aura de un Gohonzon se deriva de la espiritualidad interna del creyente. La posición de la SGI sigue el dictamen de Nichiren "Nunca busque el Gohonzon fuera de usted mismo." De lo contrario, de acuerdo a Daisaku Ikeda, es creer que el Gohonzon como algo que está afuera (en Taiseki-ji), en lugar de entender su verdadera naturaleza, que es un espejo que refleja la iluminación suprema en el corazón de cada creyente.

Muchos de mis encuestados de la SGI describen el Gohonzon de la siguiente manera: “Al igual que la gente común usa un espejo cada mañana para alistarse para el día, el Gohonzon es un espejo espiritual. Su uso en la práctica diaria, permite a los miembros de la SGI hacer de su vida más bella al ver la verdadera naturaleza de Buda oculta en su interior”. El Gohonzon es considerado subjetivamente, como una parte muy personal e íntima de su vida. Como uno de los entrevistados señaló:

"Es una manifestación física de mi vida. Todo lo que lo rodea en el área donde esta entronizado (es decir, la zona del altar) es una forma de respetar el Gohonzon y por lo tanto mi vida. Lo importante para mí es, que es real y está en mi casa. Es como hablar con un amigo en persona, en lugar de hacerlo por un teléfono o correo electrónico. Hay muchas más dimensiones en este contacto real para mí. "

Esta perspectiva evita la objetivación, una trampa espiritual con consecuencias muy negativas kármicas. Al ver el Gohonzon como "completamente ajeno", lleva a la errónea concepción de que es como un objeto sagrado externo que necesita de los de sacerdotes para servir como intermediarios espirituales. El creyente termina actuando servilmente hacia el Gohonzon como si se tratara de un ser trascendente o fuerza externa. Tal práctica es estar engañado y no iluminado de acuerdo a la SGI.

En suma, la SGI, traza una línea entre sí y la Nichiren Shoshu, apelando a la autoridad superior de los escritos de Nichiren y la creencia de que lo que dota de un aura al Gohonzon es la realidad espiritual interna que el creyente realiza a través de la práctica personal en su casa o un centro de reunión. Para la SGI es ritual diario entonar (daimoku) y el gongyo hecho con profunda fe, la que crea una frontera entre los miembros de la SGI de otros que no lo son.

Efectivamente está demarcación es realizada por la SGI en los seminarios, reuniones de grupos y una variedad de publicaciones que describen en detalle los procedimientos del ritual adecuado. Además, el aura del Gohonzon es también una realidad comunitaria, así, creada por la "comunidad de los creyentes" que están unidos en su común devoción a Nichiren. De acuerdo con Tony Meers, Director General de la SGI de Canadá, esta aura generada dentro de la comunidad de la SGI es lo que hace diferente entre la SGI y los creyentes independientes:

“Esta comunidad de creyentes es esta esencialmente ausente en el modelo de los "independientes", por lo que su afirmación de un enfoque de "hágalo usted mismo" contradice lo fundamental de la práctica de las enseñanzas de Nichiren, que aboga por la práctica para uno mismo y para los demás como algo esencial para alcanzar la iluminación".

Citando de nuevo a Nichiren partir de "El verdadero aspecto de todos los fenómenos":

"Esforzarse en las dos formas de práctica y estudio. Sin la práctica y el estudio, no puede haber budismo. Usted no sólo debe perseverar también debe enseñar a los demás. Tanto la práctica como el estudio surgen de la fe. Enseñar a otros con lo mejor de su capacidad, aunque sea una sola oración o una frase. "

En este contexto, la manifestación de la promesa del Buda para que todos los seres vivos alcancen la iluminación sólo puede ser conseguida por los esfuerzos colectivos de sus discípulos, unidos en este propósito y en la superación de sus diferencias. El Gohonzon material es menos importante que el Gohonzon "interior", sin embargo, el Gohonzon material que es utilizado por esta comunidad de creyentes viene a representar para ellos y sus esfuerzos conjuntos, como la "bandera de la propagación. 

El respeto por el Gohonzon y su otorgamiento por esta comunidad de los creyentes, con el fin de dar la bienvenida al nuevo creyente a la comunidad, es la expresión de la práctica budista de Nichiren para sí mismo y para los demás. Es en última instancia, en el respeto a las personas, es decir, que uno respeta el Gohonzon. El uso de imágenes de Gohonzon en Internet pasa totalmente por alto este principio esencial ...

Hasta ahora hemos visto los diferentes ritos de institución de la Nichiren Shoshu y la SGI para conferir el Gohonzon para diferenciarlo como el Gohonzon de una organización religiosa. Sin embargo, mientras se atacan los rituales eclesiásticos unos a otros y reclaman su legitimidad, están de acuerdo sobre la cuestión del Gohonzon en Internet. Ambos se niegan a aceptar el Gohonzon en Internet como un objeto de culto, calificándolos como "falsificaciones sacrílegas".

Lo hacen porque comparten una creencia común de que el "aura" de un Gohonzon se inculca a través del ritual en la vida real. Como "tradicionalistas", ellos consideran que las tecnologías de reproducción digital deben ser reglamentadas, y, por tanto, se encuentran fuera de la autoridad y la autenticidad de sus tradiciones. Una forma de resumir su creencia es una lista de lo que ellos ven como las diferentes características del Gohonzon "original" de una “copia” de Internet ":

Imagen digital en internet-------gohonzon original (altar hogareño)

Inauténtico ---------------------AutenticoNo Ritual/ Sin Culto-------------Ritual / Con Culto sin Linaje----------------------

Linaje (sacerdotal o Goshos de NichirenMuchos---------------------------Uno(Dai-Gohonzon o la Copia de

Nichikan Cercano--------------------------Distante (Taisekiji o exclusivo SGI Profano--------------------------SagradoSin

Aura-------------------------AuraSin Tradición--------------------Imbuido de Tradición

Esta lista muestra claramente la negativa del budismo institucional a la caracterización del Gohonzon de Nichiren de Internet. Ya que no son consagrados o legitimados a través de los ritos de institución, el Gohonzon de Internet es falso. Al igual que el medio en el que aparecen, el Gohonzon de Internet son públicos y no privados, desritualizado más que ritualizados, independientes y no institucionalizados, y, finalmente, un sacrilegio en lugar de un objeto sagrado y de culto. La postura de la Nichiren Shoshu y la SGI pone de manifiesto la evaluación de James Beckford de que "entre los aspectos más visibles y controversiales de la religión hoy en día se incluyen los intentos de inspiración religiosa para traer la fuerza de la ciencia, la tecnología y la burocracia bajo el control humano".

Al igual que la Cienciología y otras "religiones de iniciáticas," el budismo sectario de Nichiren favorece sus propios ritos de institución autorizados que garanticen la salvación. Como William Bainbridge observa, la Internet amenaza estos grupos organizados, ya que "el sistema de iniciación se vendría abajo si todo el mundo tuviera libre acceso a todas las partes de la cultura sagrada." El Gohonzon de internet amenaza el aura del objeto de culto de la Nichiren Shoshu y la SGI, y, por extensión, la viabilidad de la organización eclesiástica de culto que los distingue como instituciones religiosas.

LOS INDEPENDIENTES AMERICANOS Y EL INTERNET - EL AURA DEL GOHONZON DIGITAL

Los independientes estadounidenses tienen una visión de que el Gohonzon de Internet es radicalmente diferente del de las instituciones budistas de Nichiren. Rechazan su modelo binario que desmerita al Gohonzon de Internet como imágenes falsificadas. Para los independientes, los gohonzon de Internet son auténticos y sagrados.

Un portavoz clave para el punto de vista independiente es Don Ross, webmaster del sitio independiente más importante en la Red, Nichiren’s Coffeehouse. De acuerdo a su página principal, Nichiren´s Coffeehouse es "un sitio web independiente que proporciona información y recursos sobre varios movimientos basados en el Sutra del Loto, así como el estudio de las enseñanzas del Buda en muchas tradiciones".

Es un sitio enorme que contiene archivos de artículos y cartas sobre el budismo de Nichiren de otros independientes, enlaza además a las principales ramas del budismo de Nichiren como la SGI, la Nichiren Shoshu, la Nichiren Shu, la Reiyukai, etc, la Sangha de Budista presos, anuncios independientes de la comunidad, explicaciones de los escritos del budismo de Nichiren en términos accesibles (como "Programa de 12 pasos de Ross para los budistas Nichiren"),daimoku, protectores de pantalla, etc. Como asociado de Amazon.com, ha tenido 1.430.580 éxitos desde 1997 y Ross’ Webring Lotus Sutra Net, creada 06 de junio 2001 para " Cualquier sitio web que honren el Dharma de Buda en sus diferentes formas”, cuenta con 148 sitios activos con 46.356 páginas vistas. Con su directorio mundial de grupos independientes, funciona como un centro virtual de la comunidad autónoma.

También es importante porque ofrece la más completa "galería virtual" del Gohonzon para descargar en Internet. Como tal "no hay manera de saber, ¿cuántas personas han impreso una imagen Gohonzon fuera de la página web de Ross, y esto alarma a sus críticos", entre estos las instituciones budistas Nichiren.

La autobiografía espiritual de Ross es crucial para entender por qué creó su sitio. También ofrece una ventana a lo que motiva a muchos independientes para acceder a su sitio web.

La historia de Ross refleja en muchos aspectos la generación del baby boom de búsqueda incesante de una fuerza o energía personal para dar sentido y dirección a la vida. Wade Clark Roof argumenta que para los baby boomers como Ross el tema de la búsqueda espiritual está en el centro de sus narraciones personales. Sospechosos de las instituciones tradicionales, muchos de su generación las dejo atrás para buscar nuevos "mercados espiritual", como el Internet, de nuevos proveedores de productos para satisfacer sus necesidades individuales. Cuando hablan de religión, lo marcan como su viaje personal de descubrimiento de una fuerza sagrada o de la energía que en última instancia, los transformara positivamente.

Ross coloca dos piezas autobiográficas en su página web que relatan su propia búsqueda espiritual. En sus "Aventuras con la Conciencia, Desde Bautista a budistas y más allá; o los Cuentos de un Desviado Espiritual", Ross habla sobre su infancia en una familia bautista del sur, a continuación, luterano, y, en un joven de 17 años con “picazón por la libertad ", al que le gustaba " tratar con todo lo que una o más veces lo hacia sentirse bien".

Al salir del clóset como gay, también cayó en el abuso de drogas y el alcohol, la metanfetamina y las relaciones sexuales sin protección le llevaron a ser VIH positivo en 1981-2 y, finalmente, tuvo una crisis mental. Durante los próximos años vive sin hogar en "las región de los abismos," Ross experimentó con diversas prácticas de new age, convirtiéndose por un tiempo un psíquico/canalizador hasta que descubrió su "luz en la oscuridad": el budismo Nichiren.

La segunda mitad de su historia, Ross la titula "Mi canción de la revolución humana", en referencia a la idea del presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, que “una revolución humana en una sola persona, permitirá un cambio en el destino de toda la humanidad." Su conversión a la SGI comenzó con un milagro de sanación personal. Después de sufrir un ataque epiléptico, que dejó a Ross en estado de coma, frustrado porque no podía hacer nada para ayudar a su médico, decidió invocar Nam Myoho Renge Kyo. Milagrosamente, Ross se despertó bien al día siguiente y, finalmente, se unió a la SGI, con su nuevo compañero Wes Goetzel en 1984.

Aunque el budismo de Nichiren fue el centro de su vida, Ross pronto se sintió ambivalencia acerca de su lugar dentro de la SGI. Estos sentimientos se intensificaron en 1986, cuando Ross y su pareja, salen en exámenes de VIH, positivos. En ese momento el SIDA era mal entendido considerado un estigma social que les colgaban a sus víctimas. Los líderes de la SGI, le animaron a cantar el daimoku siete horas al día, hasta llegar a 25 millones de daimokus en el 1992.

Él atribuye a esta entonación (del daimoku) darle la capacidad de superar cualquier enfermedad, especialmente en eliminar la infección por el VIH. Sin embargo, Ross también experimentó la discriminación de la dirección de la SGI de San Francisco, que le prohibió asistir a las reuniones con el fin de "proteger a los miembros." En el calor de la guerra contra el templo (Nichiren Shoshu) en 1991, Ross trabajó duro para defender la posición de la Gakkai. Sin embargo, se dio cuenta de que cuanto más luchó por la SGI más su sistema inmunológico se deterioraba. Empezó a ver una conexión entre el deterioro de su salud y la salud con las instituciones con las que se asocia:

"Las tendencias a la opresión y división han estado presentes en las religiones del mundo y en la política durante mucho tiempo. Es la naturaleza humana. En muchos sentidos, veo el VIH como similares: insidiosa, es el virus en el cuerpo del león lo que provoca la falta de armonía y, en definitiva, un debilitamiento del cuerpo. Ha sido mi determinación para vencer el VIH mediante la superación de estas influencias, tanto por mí y como en mi entorno. "

En junio de 1999, tuvo la "gran suerte" de ser el primer miembro de la SGI en recibir una copia grande de un mandala autenticado llamado Gohonzon de Oración (Gohonzon de la Medicina) inscrito por Nichiren en 1277 para su primer discípulo, Nissho. Sobre este Gohonzon hay caracteres especiales escrito por Nichiren: "Este sutra es realmente una espléndida medicina para las enfermedades de las personas de Jambudvipa. Una persona enferma que oye esto será inmediatamente curada de su enfermedad. No envejecen o mueren antes de tiempo. "

Ross recibió la copia de Bruce Maltz, otro independiente quien, Ross explica que "jugó un papel decisivo en la difusión de la verdad sobre el budismo de Nichiren a través de Internet en los años 90 con el fin de contrarrestar la propagación de la desinformación de la Soka Gakkai y la Nichiren Shoshu." Cuando Ross lo vio a él por primera vez, "el corazón le cantaba", le rogó a Maltz para obtener una copia.

El sacerdote japonés que copió el mandala de Maltz finalmente aceptó "Sólo porque este Gohonzon particular incluido los pasajes del sutra era para la curación de enfermedades kármicas y porque tenia el VIH / SIDA. Así fue este extraño capricho de las circunstancias, que cambio su mente del "No" (porque yo era un miembro de la SGI) para el "Sí", debido a su gran compasión por mí, y todos aquellos que tienen una enfermedad”.

En 1999, Ross decidió imprimir y distribuir sus propias copias a los "que sinceramente lo desearan”, hacer que del Gohonzon de la oración un "Icono" del movimiento independiente para que se libere del budismo ortodoxo. Más de 1000 copias fueron distribuidas a las personas y los templos budistas de todo el mundo, por lo que es "el primer Mandala de Nichiren en cruzar todos los límites verdaderamente sectarios, reunidos en diversos grados de aceptación y rechazo." Ross también creaba el Nichiren´s Coffeehouse:

"El más grande centro de estudio religioso de Nichiren y el budismo Tendai en el mundo (que se mantendrá en línea, incluso si me muero)." Ross señala que la controversia que surgió sobre su sitio web llevó a su eventual renuncia de la SGI de 29 de noviembre 2001, el noveno aniversario de la ruptura con la Nichiren Shoshu".

Sin embargo, fue este mismo acto de independencia, que también lo liberó:"

Me parece irónico que a la inversa en mi sistema inmunológico coincide exactamente con el momento en que deje de luchar contra la Nichiren Shoshu en nombre de SGI y se volvió mi centro de atención parar la guerra contra del templo dentro de mí y con mi entorno, a través de Internet, el diálogo intersectario, y facilitar el Gohonzon de Nichiren a los que lo deseen. "Una parte clave de Nichiren’s Coffeehouse es el Gohonzon de Oración para descargar, el "Gohonzon del movimiento independiente", junto con casi todos (130) de los Gohonzon existentes en la Nichiren’s Coffeehouse’s.

"La Galería de Gohonzon" incluye imágenes descargables del Gohonzon Shu, un libro del Rissho Ankokukai publicado originalmente en 1947 con fotografías de los 125 Gohonzon de Nichiren desde 1271 a 1282 existentes, incluyendo la única foto publicada del Dai Gohonzon consagrado en la Hoanden en Taisekiji.Ross también incluye enlaces a otros sitios donde se puede obtener Gohonzon descargables, tales como el Proyecto de Restauración del Gohonzon e Info Gohonzon, o comprar el pergamino de seda japonesa para el Gohonzon a través de Gohonzon Kaiundo Co., y un altar virtual: "CampRoss-ji. El Ciber Templo Entonación constante”, que se abre y cierra con una vela encendida, y entonando el daimoku "Nam Myoho Renge Kyo"("me devociono a la Ley Mística del Sutra del Loto ") con intermitentes sílaba por sílaba en la pantalla para ayudar al espectador cantar. En la sección "Cómo Adquirir un Gohonzon fuera del budismo sectario".

Ross señala que:

"La tecnología moderna ha llegado al lugar donde en muchos hogares pueden imprimir sus propios Gohonzon. Todo lo que necesita es una impresora de calidad fotográfica y papel fotográfico... Disfrute de su sentido de libertad y que la buena fortuna este en su camino! ".

¿Ross y otros independientes entienden el Gohonzon de Internet como una forma religiosa para practicar el budismo de Nichiren? Los independientes ven el Gohonzon de Internet de cinco maneras importantes. En primer lugar, ellos ven el ciberespacio como una herramienta de información. Sus sitios son típicas "religiones on line" que ofrece información básica para educar a la gente sobre de que se trata el Gohonzon casi de la misma manera que la SGI-USA.org.

Donde la Nichiren’s Coffeehouse y otros sitios independientes difieren, sin embargo, es la comprensión de su sitios sobre una "religión en línea." Por ejemplo, Ross utiliza el Internet como un medio para la "revolución humana". La Nichiren’s Coffeehouse ofrece un espacio público virtual que trasciende el conflicto de la división sectaria que se encuentran en el mundo real. Todos los Gohonzon de las diferentes sectas del budismo de Nichiren aparecen en su sitio por igual y armoniosamente dispuestos.

Su galería virtual ofrece una teología visual que revela, como la independiente Lisa Jones dice que "un Gohonzon inscrito de la propia mano de Nichiren, independientemente de quién lo pone a disposición, es tan válida como cualquier otros Gohonzon..." Nichiren’s Coffeehouse muestra extensamente los Gohonzon de nichiren existentes ofrece una visión de un universal budismo de Nichiren, que contrarresta la energía kármica negativa de la guerra del templo.

En segundo lugar, Ross y otros independientes dan un paso más allá a los argumentos de la SGI acerca de las tecnologías de reproducción. Para los independientes, la Internet es el nuevo "medio hábil" para difundir la salvación de Nichiren a la mayoría. Uno se hace eco de esta idea independiente en su comentario de que " nada puede ser utilizado como un vehículo, creo [...] ¿por qué no?" Rjm12212, the webmaster de Yahoo! Groups GohonzonInfo ve a Internet como la clave de su "misión" de "liberar al Gohonzon del control de las sectas. Yo quería hacer un Gohonzon de calidad, disponible para aquellos que desean practicar de forma independiente... . Sólo quiero que existan opciones disponibles para aquellos que deseen hacer uso de ellas " Otra independiente llamada Robby añade:

"Es divertido como los “ortodoxos” ven " sin los ojos abiertos "

el Mandala del Gohonzon como solamente papel, pero entonces hablan de lo terrible que es descargar una imagen e imprimirla. Guerreros sectarios! basura! Eso está bien, todos somos budas bebé. En la actualidad copiar el Mandala es una forma de ganar méritos. Tradicionalmente, uno carecía de la habilidad. Los métodos modernos de impresión lo han hecho discutible. Las principales sectas lo hacen en una imprenta. Tengo varios que uso, he hecho algunos, algunos me lo dieron. Créame, todos son trabajos tan buenos como los emitidos por las sectas".

En resumen, al igual que la caligrafía, la transcripción, y los bloques para trabajos impresos para traer la salvación de Nichiren a los necesitados, el Internet ahora tiene el poder de una revolución más humana. El Internet puede cumplir con la misión de Nichiren de liberar el Gohonzon de las sectas que impiden su distribución a través de sus anticuados ritos de institución. El Internet ofrece el Gohonzon a todos aquellos que sinceramente quieren acceder a los medios de salvación de Nichiren.Tal uso de la Internet corrobora la observación que el nuevo mercado espiritual hace hincapié en "la" accesibilidad, "una relación directa entre el practicante consumidor y el consumo de bienes espirituales en un mundo desregularizado y desmonopolizado religiosamente".

En tercer lugar, el carácter virtual del Gohonzon de Internet pone de relieve una enseñanza fundamental de Nichiren de acuerdo con los independientes. En “El verdadero aspecto del Gohonzon”, Nichiren escribió: "Jamás busque este Gohonzon fuera de usted mismo. El Gohonzon existe sólo dentro de la carne mortal de nosotros las personas comunes que abrazan el Sutra del Loto e invocan Nam-myoho-renge-kyo ".

Como hemos visto, esto se hace eco de una enseñanza de la SIG de no objetivar el Gohonzon como una fuerza externa o un dios trascendente, sino que lo ven como un espejo que refleja "la naturaleza de Buda. Que ya se posee inherentemente" Los espejos son dispositivos convenientes para ver quién somos en realidad, del mismo modo, como Engyo, colaborador de un foro inter-religioso en línea sobre el budismo de Nichiren, concluye: "el objeto de devoción [es] un medio hábil, [...] una señal que me dirige al Eterno Buddha Dharma. Ya no lo ven como una manifestación física de la Ley eterna. "

Otro colaborador, Dharmajim (que es bien conocido entre los budistas Nichiren en Internet), está de acuerdo, [...] "la web es un hecho de la vida y en muchos sentidos creo que los Gohonzon en línea son tan válidos como cualquier otro. Depende de cómo se utilizan, la relación que una persona establece con ellos, la intención del creyente, hace la diferencia. “Como un objeto para meditación, el poder especial del Gohonzon de Internet, al igual que todos los Gohonzon es la de revelar realmente ese profundo interior espiritual universal.

En cuarto lugar, los independientes piensan que el Gohonzon de Internet rehace el budismo de Nichiren en uno más dinámico, una actividad auto-reflexiva. Se trata de un proceso activo de construcción de significados y las elecciones personales que combina símbolos, prácticas y tecnologías en el buscador on-line de una búsqueda muy personal de una identidad espiritual auténtica. Como señala Roof, en una nueva religión del mercado espiritual sujeta a refundición para satisfacer las necesidades percibidas individualmente.

Nichiren ‘s Coffeehouse, por ejemplo, revela esto con sus muchas fotos de altares caseros de los independientes ". Uno ve la página personal de Ross "CampRoss-ji, San Diego, Ca," con una fotografía de su altar en su casa tal como se desarrolló después de su declaración de independencia en 1999. El título de la página indica la sensación de libertad personal de Ross como independiente. Su altar casero es su templo "ji" para la práctica, un lugar que puede diseñar a su gusto sin censura sectaria.

Otro ejemplo de este nuevo tipo de Internet basados en la religión personalizada es el "El altar budista Nativo Americano” en algún lugar de Florida, un altar con un inventario de objetos como un antiguo buda de arcilla tailandés, una perla de sabiduría, pasto dulce, medicina para oso, y una grulla de plata de la SGI, velas y un rosario.

En otras palabras, Nichiren‘s Coffeehouse, al igual que otros sitios independientes, hace hincapié en la importancia de las preferencias personales. Uno de los visitantes en Esangha, "Void", nos muestra el poder liberador del tecno-conferimiento de Gohonzon. Él pregunta: Hice una copia láser de un Gohonzon para mi altar, y tengo una copia de la ceremonia de la apertura de los ojos así que ahora puedo hacerlo yo mismo.

¿Le parece bien? ", el moderador de las respuestas en el chat: “Lo que importa es que te sienta bien. Dado que usted es una organización independiente, sólo usted puede decidir cuál es la forma correcta de hacer esto para usted." El Techno-ritual es libertad, por lo tanto, es la nueva manera de ser budista de Nichiren en el mundo de la Internet.

En quinto lugar, los independientes ven el ciberespacio como una herramienta sacerdotal para el kosen Rufu o "práctica para los demás." Una vez más esta idea amplía las enseñanzas de la SGI. Causton, por ejemplo, explica que el término significa literalmente declarar y difundir “ampliamente”, es decir, para propagar el budismo en todo el mundo." Este tipo de práctica "se basa en la profunda compasión “jihi” - el deseo de ayudar a otros a superar su sufrimiento y obtener la felicidad duradera a través de la práctica de este budismo... "

Los independientes ven en este medio el primer significado que para extender esa compasión es a través del "poder exotérico" de la Internet para transmitir el Dharma a cualquiera que tenga un módem y la aspiración a seguir las enseñanzas de Nichiren. El Internet no es sólo información, es también un medio para enseñar a otros sobre el budismo de Nichiren, un medio tecno-ritual para fomentar la práctica religiosa.. Como hemos visto, los independientes creen que al descargar imágenes en alta resolución del Gohonzon en Internet es un "medio hábil", la idea básica en el Sutra del Loto es que los Budas pueden emplear cualquier "dispositivo" para salvar a los seres del sufrimiento.

El Internet, por definición, está abierto a cualquiera, y por lo tanto un medio perfecto para los independientes, como Don Ross que quiere difundir "las verdaderas enseñanzas" de Nichiren de una manera no sectaria. Al proporcionar un Gohonzon espiritualmente cargado para descargar, el Internet también sirve como un nuevo vínculo espiritual (kechimyaku). La magia electrónica de la Internet elimina todos los intermediarios, todos los obstáculos entre maestro y discípulo, el Buda iluminado y el que esta sufriendo, Nichiren como el salvador y el usuario de Internet como paciente en necesidad de salvación.

El Internet, por lo tanto, es una herramienta sagrada en el proceso ritual de efectuar la transformación espiritual de un individuo a una escala global.Esto es sin duda la razón de Ross, en especial, al poner disponible el Gohonzon de oración para su descarga en Internet.

Es obvio que Ross, una víctima del VIH en sí mismo, una persona que ha trabajado durante años como educador sobre el SIDA, alguien cuya pareja murió de la misma enfermedad, mientras que el canto daimoku hasta con su último aliento, encuentra la difusión de los Gohonzon de oración a través de Internet como una manera para hacer realidad la visión propia de Nichiren de la salvación universal del sufrimiento en un el momento de la degeneración de la ley. Que el Gohonzon se esté propagando de esta manera es una causa "para la celebración y no de alarma”.

En cuanto a la gente que puede imprimir o descargar la imagen sin entender su significado, los defensores argumentan que algún tipo de relación con el Gohonzon es mejor que ninguna relación. El Gohonzon de Internet, por lo tanto, representan una forma de tecno-liberación, de hacer méritos y la distribución de la salvación que está en el corazón de la práctica ritual de Nichiren para los demás y el objetivo de "revolución humana".

Para concluir, es evidente que el conocimiento de los independientes del Gohonzon de Internet contradice la tesis de Benjamin sobre la "obra de arte en una era de reproducción de manera técnica". La digitalización no es "liquidar la tradición." Lo que si hace es liquidar el tradicional budismo de Nichiren institucional, pero, al mismo tiempo, se restaura lo que ven como el ideal de Nichiren del kosen rufu. El desprendimiento y la movilidad de la imagen son, por los budistas independiente de Nichiren, las prácticas esenciales para salvar a otros. Por otra parte, los independientes no ve las reproducciones realizadas mecánicamente del Gohonzon como carentes de un aura.

La tecnología tiene el poder religioso, ya que puede reproducir el Gohonzon, el cual es un medio hábil para la transformación espiritual. La realidad "objetiva" virtual del Gohonzon de Internet es un medio conveniente para reflejar una oculta realidad espiritual subjetiva de la iluminación suprema. Y, sin embargo, en Internet no son significantes los Gohonzon hiperreales. Son tan reales y auténticos como los originales, ya que, como espejos que reflejan el verdadero Buda que emerge desde el corazón del creyente.

El Internet, por lo tanto, ofrece una práctica ritual para ayudar a alcanzar la iluminación, una tecnología sagrada que libera en varios sentidos. Ese es su poder y el poder que afectara al budismo de Nichiren de manera profunda en el futuro.


Traducido y editado por Guillermo Cabanelas